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Caballero y el Rey, unidos en defensa de la "política total" de los ayuntamientos

Felipe VI recibe la medalla de Oro de la FEMP y define a los gobiernos locales como "escuelas de democracia" - El alcalde reclama más competencias y financiación para los municipios

El Rey y Caballero, junto al ministro Planas y el alcalde de Madrid, Martínez-Almeida, recorren la exposición de comicios locales de 1979 // Efe

La municipal es la primera ventana con la que cuentan los ciudadanos cuando se encuentran con la política. Pero ese primer contacto no es un fin en sí mismo. En su labor diaria inculcan valores que son "escuela de democracia, de convivencia" y de "respeto por la pluralidad", como definió el Rey a los ayuntamientos. Felipe VI aprovechó la entrega de la medalla de Oro del municipalismo de manos del alcalde de Vigo y presidente de la FEMP para glosar el papel fundamental de los gobiernos locales a la hora de "vertebrar" el país y de servir de "red protectora" para sus vecinos en los peores momentos de zozobra. Sus palabras sintonizaron con las de Abel Caballero. En la misma longitud de onda, el regidor olívico y representante de los ayuntamientos españoles alabó la labor de los alcaldes como artífices de lo que definió como "política total" , pero no dejó de reclamar un reparto más afinado de las competencias y la financiación. "Está pendiente desde hace ya demasiado tiempo", advirtió.

Aprovechando el cuarenta aniversario de las primeras elecciones municipales en democracia (3 de abril de 1979), la FEMP celebró una jornada de tiros largos con la defensa de los ayuntamientos como telón de fondo, con presencia de alcaldes de grandes ciudades -Madrid o Valladolid, entre otros- y con el Rey como principal protagonista. Con declaración institucional incluida -que fue leída por las alcaldesas de Ciudad Real, Pilar Zamora (PSOE) y de Santander, Gemma Igual (PP)-, el monarca supo reconocerlos como "instituciones altamente valoradas por los ciudadanos" que "reciben un gran caudal de confianza" y que actúan como "una de las bases sobre las que se asienta una democracia plena como la nuestra".

Felipe VI, que además de la medalla también recepcionó un simbólico bastón de alcalde, situó a los consistorios en el centro de la escena política. Primero, como "institución protectora", después de que lo local sirviera como malla de seguridad ante los "problemas sociales" que acuciaron tras la crisis". Y segundo, porque su capacidad de "esfuerzo, trabajo y capacidad de proyectar e innovar" se antojan como piezas imprescindibles" para dar salida a los retos de futuro, como la generación de actividad económica, los desequilibrios territoriales o la necesidad de practicar un torniquete a la sangría demográfica que amenaza a "amplias zonas rurales". "El futuro exitoso está en gran medida en el trabajo diario de sus municipios", agregó.

"Pensar en global, actuar en local". Es el conocido principio que también recogió, en su intervención, Abel Caballero. El alcalde de Vigo relató que en el siglo XXI "lo local adquiere el tamaño de lo global", como en aquellas ciudades donde ya se practica una forma de gestión basada en más participación. "Es donde se hace una nueva política, la que ya felizmente marca un tiempo nuevo", remarcó.

Además, Caballero reivindicó a los ayuntamientos como la "seña de identidad de los ciudadanos" y un "puente de diálogo" a los que ha animado a convertirse, también, en "crisoles de la igualdad con el avance del feminismo".

Más recursos

Pero para llevar a cabo ese horizonte de transparencia y "eficiencia" en la atención de los problemas municipales, Caballero abogó por redefinir el esquema de "la acción pública" con un nuevo sistema de reparto de competencias que dé salida a las necesidades de los ayuntamientos, y en el que se incluya una mejor distribución de la financiación. "Se debe producir una nueva descentralización de competencias y recursos para aplicarlas esta vez desde los ayuntamientos. Está pendiente desde hace demasiado tiempo", culminó.

La pugna por la consecución de más recursos no es nueva. Además de agitar la vieja bandera de la reinversión del superávit local, la FEMP también ha venido reclamando la reforma del sistema que, como el autonómico, está todavía pendiente.

Todo apunta a que habrá que esperar a la investidura de un nuevo gobierno, en un escenario complejo que podría desembocar en una segunda votación en septiembre si fracasa la primera votación. Para entonces, el día 21, y tras las elecciones municipales del 26-M, la FEMP llevará a cabo la renovación de su junta de gobierno.

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