Bajas médicas, vacaciones, permisos y guardias de más de 24 horas impidieron que los efectivos de la Policía Nacional encargados de la vigilancia en los juzgados vigueses pudiesen realizar ayer su trabajo. Tanto fue así que el juez decano, Germán Serrano, dio parte a la Unidad de Vigilancia de Edificios Judiciales (UVEJ) para que procediesen a dotar de efectivos de otras unidades al edificio de la Audiencia, donde se encuentra el juzgado de guardia que a diario recibe detenidos para su pase a disposición judicial.

Desde la UVEJ "garantizaron" este servicio y así fue. En la tarde de ayer, el juzgado de guardia, que hasta ayer se encontraba el Juzgado de Instrucción 4 de Vigo, contó con la vigilancia y control de un patrulla normal que se desplazó hasta la calle Lalín para realizar esta tareas.

Sindicatos judiciales criticaban la situación y alertaban que "aún no se había bajado del nivel 4 de alerta terrorista, por lo tanto hay que extremar la seguridad, pero nada", evidenciaban a la vez que recordaba que es la primera vez que se da esta circunstancia en los tribunales olívicos.

Por su parte, el colectivo policial SUP convocó para esta mañana en Pontevedra una concentración para abordar esta problemática, que no afecta únicamente a las dependencias vigueses, sino que escapa a otros juzgados de la provincia.