Si la Sección Sexta se dedica a resolver recursos de apelación civiles, la Sección Quinta se centra en materia penal. Esta última sala, además de dar respuesta a las apelaciones contra las sentencias dictadas por los juzgados de Instrucción y de lo Penal, celebra sus propios juicios, entre ellos los de jurado popular. De ahí que también deban ejecutar las resoluciones que dictan, es decir, garantizar que los condenados cumplen las penas de prisión, multa, pago de indemnizaciones, etcétera, que imponen los magistrados en esos fallos. Y precisamente la mayor carga de trabajo pendiente que tienen es de esas ejecutorias, ya que empezaron 2019 con 292 que aún deben acabar de tramitarse.
Ya al margen de las ejecutorias, la Sección Quinta registró durante el año pasado 928 asuntos -la cifra se redujo con respecto a ejercicios anteriores debido a la huelga de funcionarios de 2018-. La mayoría, un total de 873, fueron recursos de apelación contra sentencias. Y el resto, 55, fueron casos para enjuiciar en esta misma sala: procedimientos abreviados, sumarios y causas de tribunal popular. Entre estos últimos están el caso del crimen de San Juan en Chapela (Redondela) o el asesinato de Ana Enjamio en Vigo, que irán a juicio este año.