Medio centenar de cirujanos de hospitales nacionales y portugueses se dieron cita ayer en Povisa en unas jornadas donde se abordaron los avances de la cirugía laparoscopica -una técnica mínimamente invasiva en alternativa a la cirugía abierta convencional- a través de varias intervenciones y una serie de ponencias y debates ya en horario vespertino.

En total se llevaron a cabo tres intervenciones altamente complejas además del uso de instrumental de 3 milímetros que ni siquiera deja cicatrices visibles. "Hicimos tres intervenciones quirúrgicas de cirugía laparoscópica avanzada, una de suelo pélvico en una paciente con fallo de los tres compartimentos, otro una resección de recto con una técnica novedosa y en la última, una reoperación de obesidad mórbida", explica el jefe de Cirugía General de Povisa, Antonio Climent.

El especialista pone en valor esta técnica quirúrgica ya reconocida y empleada a nivel mundial. "En la inmensa mayoría de las operaciones se puede aunque en ocasiones en algún paciente, cada vez se está aplicando en más patologías. Hoy en día está adquiriendo más protagonismo, en todo el mundo y en todas las patologías, porque hay menos agresión y estrés post quirúrgico", revela Climent.

Precisamente el tratamiento pre y postquirúrgico fue uno de los temas que centró las ponencias. Y es que el centro vigués implantó una vía clínica para la Recuperación Intensificada de Cirugía Abdominal (RICA). Este nuevo protocolo, con la participación de Anestesiología, Enfermería, Hematología, Calidad e Informática, otorga un importante protagonismo a los propios pacientes y sus familias, y pone en marcha una serie de medidas previas a la cirugía, durante la propia intervención, la estancia hospitalaria y también en las recomendaciones previas al alta y durante el postoperatorio domiciliario.