Conseguir una tarjeta de aparcamiento para personas discapacitadas en Vigo es misión imposible. Literalmente. El Concello agotó hace meses el material con el que se hacen esos documentos. Funcionarios municipales llevan desde febrero solicitando que se reponga para poder dispensar nuevas tarjetas para los solicitantes pero todavía no las han recibido. Un portavoz del gobierno local confirma que llegarán esta semana. "El problema es el tipo de papel, es un papel especial, como el del DNI. Por eso ha tardado tanto", explica. Los funcionarios, por su parte, lamentan que es la misma situación que se vivió el año pasado. "En aquella ocasión se peleaban los distintos departamentos para ver quién tenía que pagar la remesa. Finalmente se solucionó. Ahora se repite la historia", lamentan. Desde octubre que no se dispensan nuevas cédulas.

El incordio para aquellas personas que solicitan por primera vez esta tarjeta es todavía mayor teniendo en cuenta que la Xunta tarda habitualmente más de un año en valorar los expedientes de discapacidad, tiempo durante el cual los afectados carecen del certificado de minusvalía indispensable para que el Ayuntamiento autorice la entrega de la tarjeta de estacionamiento. La falta de existencias de este tipo de tarjetas en el Concello contrasta con el hecho de que las plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida han ido aumentando progresivamente en la ciudad hasta llegar a las 256 del año pasado, el último dato oficial. 102 plazas de estacionamiento más respecto al 2013.

Por otra parte, la ley establece que las personas con movilidad reducida podrán parar y estacionar en zonas de carga y descarga de acuerdo con las condiciones que establezca la normativa municipal. En este caso, la ordenanza de Vigo no les permite hacerlo. Esta confusión legal provocó que la semana pasada una persona mal informada que aparcó con su tarjeta de discapacitados en una zona de carga y descarga presenciase cómo la grúa se llevaba su coche.