Empleado para la carga de toda la materia prima extraída en las minas de carbón y de hierro de la empresa Minerosiderúrgica de Ponferrada S.A., el cargadero más conocido como Cotto-Wagner arrancó su actividad en los años 60 y cerró en los 80. Desde entonces, la instalación ubicada en Rande solo ha conseguido mantenerse en pie. Pese a los intentos vecinales en favor de su conservación, nada se ha hecho provocando que su estructura ofrezca hoy un deterioro más que evidente, como cualquiera puede apreciar con solo asomarse al muelle. Y por lo que dicen ahora los técnicos, su recuperación parece inviable.

De una hipotética reforma hablan los peritos autores del informe "externo" contratado por el Puerto. Sin embargo, sus conclusiones frustrarían las esperanzas vecinales de buscar una segunda oportunidad a esta estructura. Afirman los técnicos que se halla en "tan mal estado" que una recuperación resultaría "prácticamente imposible". De hecho ni siquiera entrar a valorar lo que podría costar una reforma porque concluyen que la única opción viable en este sentido sería rehacerla por completo.

Este cargadero y el ubicado al lado -el que servía para abastecer de hierro al ejército nazi-, junto con las ruinas del castillo, el museo de Meirande y el yacimiento submarino con los restos de los pecios de la famosa Batalla son los cinco elementos patrimoniales de la zona de Rande que el Concello de Redondela intenta desde hace años que se declaren en conjunto como Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de Sitio Histórico. De momento, el expediente sigue en tramitación en la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta.