La muerte de la modelo e 'influencer' Sinead McNamara a bordo del megayate del millonario mexicano Alberto Baillères ha sacudido al sector de la moda. La joven, de 20 años, fue encontrada atada a la popa del barco atracado en Cefalonia aún con vida, pero fallecía poco después en el helicóptero que la trasladaba a un hospital. Las autoridades griegas investigan el suceso.

Aunque el fallecimiento se ha registrado en Grecia, más de un vigués se ha quedado colgado de la noticia, enganchado tal vez en su memoria el nombre del navío: el Mayan Queen IV. El barco de Balliéres forma parte de la historia portuaria de Vigo, al ser el segundo megayate más grande en visitar la ciudad. El Mayan Queen IV permaneció atracado aquí durante unos 20 días en agosto de 2015. Una circunstancia inusual que se suma a otra particularidad, y es que el paso por nuestros muelles de este tipo de embarcaciones suele deberse a alguna reparación o a la necesidad de resguadarse del mal tiempo. No obstante, en este caso, su estancia fue motivada por el interés del propio Baillères en conocer las Rías Baixas.

El megayate Mayan Queen IV en aguas de Vigo en 2015 // Marta G. Brea

Con sus 94 metros de eslora por 17 de manga, el barco con un valor superior a los 170 millones de euros, dispone en sus cuatro cubiertas de todo el lujo en confort y servicios que cualquiera puede soñar. Pero su interior es un escenario que el dueño de Fresnillo, la mayor mina de plata del mundo, reserva para la estricta intimidad de su familia y la de sus amigos. Con parte de ellos conoció las Rías Baixas, tras aterrizar en Peinador a bordo de su jet privado junto a su inseparable mujer, Teresa Gual. El magnate azteca quiso conocer tres años atrás los enclaves más bellos de esta costa, como Cíes, la Ría de Aldán o la de Arousa. Terrible suceso el que lleva ahora al Mayan Queen IV a la primera plana.