El Concello aprobó en junio reformar el paseo de Bouzas que ahora va a revisarse más a fondo

Los cientos de viandantes que se acercan cada jornada al litoral de Bouzas se encontrarán a medio plazo con una valla que impide acceder a la parte del paseo de Paz Andrade que se encuentra pilotado y con maderas hinchadas por la humedad y el calor. La caída el jueves de un viandante precipitó el cierre de unos 200 metros lineales de muelle por prevención, pero el gobierno local tenía aprobado desde el 7 de junio el proyecto para reformarlo. No obstante, fuentes municipales confirman que este planteamiento queda por ahora en suspenso hasta que se realice la inspección estructural de toda la zona avanzada por Abel Caballero en las últimas horas. El Concello convocará a Puerto y Zona Franca para valorar el alcance de los trabajos y determinar si es suficiente con una reparación o hay que reforzar la base de este paseo de madera sobre pilotes.

El gobierno vigués sostiene que la decisión ya estaba tomada. Pero el PP considera la revisión anunciada y la reforma una mera respuesta a lo ocurrido en O Marisquiño. "Actúan porque están en el punto de mira y no porque le preocupe la seguridad de los vigueses", denunció ayer la portavoz popular, haciendo mención a las múltiples caídas que se registraron en la zona en los últimos tiempos. A juicio de Elena Muñoz, el cierre del paseo "tenía que haberse tomado mucho antes", subrayando a continuación que el alcalde "ha estado poniendo en riesgo a los vecinos y a todos los vigueses sin importarle absolutamente nada".

La asociación de vecinos explicó el viernes que todos los meses de mayo envían un informe con deficiencias tanto al Puerto como al Concello, sin que ninguna de las administraciones actuara hasta el momento. El Concello avanzó en abril su compromiso de hacerse cargo de la reforma de Bouzas y en junio aprobó el expediente, cuya ejecución no llegó a tiempo de evitar la última caída de esta semana.