Natural de California, con una altura de 2,16 m y un historial que no siempre vincularíamos a un ex jugador de la NBA. Robert Swift se considera un hombre nuevo tras superar los fantasmas de su pasado: un mundo de drogas, armas y malas decisiones. Swift es un ejemplo de superación tanto dentro como fuera de la pista y ha recuperado la ilusión por jugar al baloncesto, esta vez en el equipo Círculo Gijón Baloncesto y Conocimiento, del que formará parte de la plantilla la próxima temporada. Sus planes son "mejorar y hacer mejores a sus compañeros", no solamente capturar victorias.

Se encuentra a gusto jugando al baloncesto en España y siente Asturias como un hogar. "Hablé con mi entrenador de Gijón y me encantaron los planes que tenía para el equipo, así que no me lo pensé dos veces para quedarme, además la ciudad me encanta", confiesa Swift.

El californiano participa en la nueva modalidad deportivanueva modalidad deportiva de O Marisquiño, el Basket 3x3, que será deporte olímpico en Tokio 2020. "Disfruto mucho jugando y viendo 3x3, y si se juega con profesionalidad me parece digno de los Juegos Olímpicos", sostiene, acerca de una modalidad que siempre ha estado ligada a las canchas callejeras.

Es su primera vez en Vigo y el festival le resulta muy atractivo. "Seguro que estaré viendo las pruebas de BMX", confirma, aunque sus deportes preferidos las artes marciales o los que se juegan con balón.