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Comuneros de Valadares, tras su absolución: "Si hubo un culpable, no fuimos nosotros"

Su presidente se declara aliviado tras años "muy fastidiados; habíamos recibido hasta amenazas" - "Sentimos mucho el accidente, pero no nos sentimos responsables", reitera

Miembros de comunidades de montes acudieron a la Audiencia en apoyo a los ahora absueltos. // C.Graña

Tras un complejo y arduo proceso judicial que se alargó casi cuatro años, la Audiencia viguesa falló en favor de los cuatro comuneros de Valadares. Y es que si en verdad una piedra "fue colocada de forma voluntaria" en el camino de Freixo, no hay pruebas que acrediten que su implicación. "Sentimos mucho el accidente, pero no nos sentimos responsables", reconoció ayer el actual presidente de la Comunidad de Montes de Valadares, Gregorio Álvarez, quien a pesar de no estar investigado ni acusado en la causa, sí participó emocionalmente de la misma. "Yo no estaba de aquellas, pero son mis compañeros y llevan mucho tiempo así, pasándolo muy mal, sin conocimiento de lo que iba a pasar, gente con niños pequeños, con parte de su sueldo y bienes embargados...", lamenta.

La sentencia, avanzada en exclusiva por FARO, considera que no se probó que José C.A., vicepresidente segundo de la Comunidad de Montes de Valladares y encargado del mantenimiento de los montes al tiempo del suceso, "hubiera dado órdenes de hacerlo" a los tres miembros de la cuadrilla que se sentaron junto a él en el banquillo: Antonio V.G., capataz; Miguel G.V., peón forestal; y Raimundo P.G., que hacía trabajos en beneficio de la comunidad. Y, por tanto, tampoco ve demostrado que estos últimos colocaran el obstáculo que causó el grave accidente que dejó parapléjico al vigués Diego González.

"Estamos aliviados, nunca satisfechos; cuando hay un accidente grave de por medio nunca se está contento. Yo también caí muchas veces, pero que tengan que pagar justos por pecadores no. Si hubo un pecador no fuimos nosotros. La piedra pudo llegar ahí de varias formas, el propio perito lo afirmó en el juicio; pasaron quad, motos, no está nada claro", defiende Álvarez, quien también entró a valorar una de las pruebas de cargo de las acusaciones: la "animadversión" de la comunidad hacia los ciclistas o deportivas, relación que los magistrados apreciaron como problemas "puntuales".

"Nosotros seguiremos colaborando para que haya en el monte bicicletas, siempre con ciertas normas. Desde la mancomunidad estamos organizando un canicroos hasta que ardió el monte, no hay ninguna desavenencia entre ambas partes. Es más, en la propia directiva antigua había un ciclista, así que es impensable una desavenencia entre nosotros", explica Gregorio Álvarez.

Tanto la víctima del accidente como los ya absueltos -si bien la sentencia no es firme todavía- han preferido no pronunciarse acerca del fallo. Sus defensas verbalizaron su tranquilidad y alivio después de la "tensión que le ha supuesto el largo proceso a él y a su familia". Por su parte, ni la acusación particular ni la Fiscalía precisaron si recurrirán o no el fallo emitido el jueves por la sala.

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