Vigo lució ayer una de sus mejores caras para recibir a los más de 1.700 viajeros que llegaron a la ciudad a bordo del Marella Discovery, un crucero que realizó su escala inaugural en la urbe olívica pese a que ya había atracado en la Estación Marítima a comienzos de siglo bajo el nombre de Splendour of the Seas. El sol y las buenas temperaturas permitieron que el Casco Vello abriese de par en par sus brazos para acoger a los visitantes, casi todos de nacionalidad inglesa. Ninguno había estado antes en Vigo y la mayoría no conocía nada sobre sus lugares destacados, pero un simple paseo por la zona histórica les hizo cambiar su percepción. "Hemos decidido que volveremos con más calma para pasar varios días aquí. Nos gustan mucho los edificios antiguos que tiene y sobre todo el clima, que no se parece nada al del Reino Unido. Nos vamos prendados de Vigo", reconocieron Thomas y Rose Spicer, de Liverpool.

En su caso sí conocían algo de la ciudad. "Nos gusta el fútbol y hace años el Celta jugó contra el Liverpool. Nos ganó y por eso no teníamos un buen recuerdo", bromearon antes de regresar al crucero. El buque fue protagonista del clásico intercambio de regalos y metopas entre las autoridades. En el acto formal participaron el capitán del navío, la máxima responsable comercial del Puerto, Dolores Rois; el jefe del Centro de coordinación de Salvamento Marítimo, José María Suárez-Llanos; el comandante naval, Carlos Cárdenas; y Manuel Nores, miembro del cuerpo de Aduanas. También estuvieron representadas Guardia Civil y Policía Nacional.

El crucero tiene innumerables comodidades para atender a su pasaje. Cuenta con 915 cabinas distribuidas en once plantas, dos piscinas, siete restaurantes, un casino y numerosas tiendas. Además, dispone de una pantalla de cine al aire libre, espectáculos de cabaret y una pared para realizar escalada. Todo lo necesario para no querer salir del crucero en las dos semanas que dura la travesía.

Sin embargo, Vigo tiene algo que engancha y ayer se pudo ver a cientos de turistas ingleses paseando por las calles de la ciudad. El centro fue la zona escogida por la mayoría para inmortalizar su estancia con una fotografía. También junto al Dinoseto. "Hemos visto muchos lugares bonitos, pero el que más nos ha gustado fue el Castillo de San Sebastián", apuntaron Ken Johnson y Bill Smith, de Sunderland. Ambos tienen claro que también regresarán en el futuro. "Es un lugar ideal para pasar más de un día", señalaron.

Los comerciantes, como suele ser habitual en la llegada de un crucero de esta envergadura, también hicieron su agosto particular. "Las tienda son mejores que en Lincoln y los precios muy competitivos. Nos vamos con las manos llenas de regalos para nuestros seres queridos. Hablaremos bien del comercio y de la zona vieja", aseguraron Garth y Sharlie Stevenson.

Garth y Sharlie Stevenson - Lincoln

"Hablaremos muy bien del comercio y de la zona vieja de Vigo"

Además de conocer algunos rincones de la ciudad, los cruceristas aprovecharon su escala para comprar regalos. Fue el caso de Garth y Sharlie Stevenson, un matrimonio de Lincoln. "Hablaremos muy bien de la zona vieja y del comercio", señalaron.

Rose y Thomas Spicer - LIVERPOOL

"Volveremos con más calma en el futuro para pasar unos días aquí"

Vigo ganó ayer un puñado de visitantes para el futuro. Enamorados de la zona vieja y del buen tiempo, numerosos cruceristas ya buscan fechas para regresar a la urbe olívica. "Volveremos con calma para pasar unos días", apuntaron Rose y Thomas Spicer.

Ken Johnson y Bill Smith - Sunderland

"El lugar que más nos gustó fue el Castillo de San Sebastián"

La llegada de cruceristas es una oportunidad de promoción única para la ciudad. Miles de personas descubren sus encantos por primera vez. Es el caso de Ken Johnson y Bill Smith, de Sunderland. "Lo que más nos gustó fue el Castillo de San Sebastián", indicaron.