La alarma en el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) por la aparición de un polvo blanco en los contenedores en los que se traslada el instrumental saltó hace hoy una semana y el Sergas aún desconoce la causa de esta contaminación. Mientras, los quirófanos siguen sin funcionar de tarde y las operaciones programadas por la mañana se garantizan con el envío del instrumental en bolsas, en papeles especiales o en cajas lavadas a mano.

Después de que el fin de semana se revisaran un tercio de los 1.892 contenedores de aluminio de los que dispone el complejo, esta labor va ahora más lenta. La limpieza del material que se necesita para las ciriugías de mañana deja a la central de esterilización, ubicada en el Hospital Meixoeiro, con poca capacidad para ello.

Lo que se ha podido comprobar hasta ahora es que el polvo detectado son partículas de óxido de aluminio, el mismo material del que están compuestos estos contenedores. Dos tercios de los ya analizados están contaminados. La gran mayoría de las cajas con las que cuenta el complejo han sido suministradas por una misma casa comercial, Aesculap, la división quirúrgica de la germana B Braun. De hecho, técnicos de esta marca están esos días en el Meixoeiro, investigando la situación. Sin embargo, esta contaminación también se ha detectado en los envases metálicos adquiridos a otros fabricantes, como los incluidas en el contrato de compra del equipamiento de la nueva central de esterilización, que se adjudicó a Getinge Ibérica por casi dos millones de euros, en 2016.

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La Dirección del Sergas en Vigo, que ha dejado de facilitar los datos de las operaciones realizadas y las previstas, asegura que las intervenciones programadas ayer se desarrollaron "en los rangos de la más estricta normalidad". Mantiene suspendida la actividad de tarde, que son horas extra -o "peonadas"- que contrata con su personal para agilizar las listas de espera. Esto supone entre 15 y 25 pacientes operados menos al día. Se salvan las de Oftalmología, ya que el instrumental que emplea este servicio no va empaquetado en estos recipientes metálicos.

En cuanto a las operaciones de mañana, el Sergas sigue revisando cada día la capacidad que tiene para programarlas. Se desconoce a cuántas puede estar afectando. "No es previsible ninguna modificación sustancial de lo dicho hasta la programación de la próxima semana", señaló ayer la Dirección.

El personal propio del servicio de esterilización se está centrando en limpiar los útiles de los quirófanos para poder garantizar las cirugías de los pacientes urgentes y los citados. Es personal de refuerzo -técnicos de cuidados auxiliares de enfermería de otras áreas o contratados- el que se está encargando de revisar cada contenedor, lavándolo a mano y, luego, pasándolo por el túnel automático.

En el proceso normal de esterilización en el Meixoeiro, el material quirúgico llega al área de sucio, la primera de las tres salas en las que está dividida la central. El personal separa los carros y los contenedores, que se lavan en una cabina grande -en diferentes programas-, y el instrumental, que se mete en seis lavadoras. Las propias máquinas, con dos puertas, hacen de barrera con la siguiente sala, para que no pase la suciedad.

En la siguiente zona, la de trabajo, se hace un primer control de limpieza y el instrumental se vuelve a empaquetar en los contenedores para meterlos en los autoclaves, las máquinas en las que se procede a la esterilización, es decir, a la eliminación de cualquier tipo de vida, de microorganismos. En el área de limpio, la última, se hace un control físico, otro químico y otro microbiológico.