A Reveriano Soutullo Otero se le apagó su singular sonrisa el 29 de octubre de 1932. El compositor falleció en Madrid tras sufrir diversas complicaciones después de una operación de oído. Durante su amplia trayectoria musical estuvo muy ligado a Vigo. Nació en Ponteareas el 11 de julio de 1884, aunque algunas fuentes señalan que fue en Redondela, villa en la que su padre fue director de la banda municipal durante muchos años. La noticia de su muerte fue recogida por el Decano en su portada. Además, realizó una amplia reseña a un hombre que se consideraba 'vigués de adopción' y que mantuvo una intensa relación con la ciudad. Fue el compositor del emblemático himno de la Reconquista en 1907. Compuso más de 300 obras, viajó, estudió y trabajó en diversos países de Europa. Su legado todavía se conserva en numerosos escenarios. El auditorio de Ponteareas o el nombre de varias calles reflejan el homenaje a una trayectoria cultural extensa y también comprometida.
Fue su padre el que le inculcó la pasión por la música. Le dio clases de solfeo y además le enseñó a tocar el cornetín. Fueron estos dos elementos claves para que Reveriano Soutullo pudiera realizar una brillante trayectoria musical. Se inició una andadura que se puede considerar precoz. A los trece años ya estaba en el orfeón de Tui y poco después en el Regimiento Murcia junto a los soldados que se encontraban en Vigo. Ejerció, como no podía ser de otra forma, de cornetín.
A los 19 años se marchó a Madrid, según confesó alguna vez, con poco dinero e incluso teniendo que vender alguno de sus instrumentos musicales. Sin embargo, tenía plena confianza en su esfuerzo y dedicación. Tanta que quedó demostrado en el primer año en el conservatorio. Logró el primer premio por aclamación. "Era el mejor de la clase", resaltan algunos archivos histórico.
Reveriano Soutullo tuvo una intensa relación con Vigo. Y eso le llevó a conseguir que los responsables municipales le ayudaran en sus estudios. Algunas veces le permitieron estudiar en Francia, Alemania e Italia. En el primero de ellos estuvo tres años. Durante todo este periodo de tiempo no dejó de componer, su gran pasión. Lo hacía de noche, también según contó muchas veces. Claro que la inspiración no le llegaba todos los días. Algunas fuentes históricas calculan que firmó más de 300 obras de diversos géneros. Otros dicen que son muchas menos, aunque cargadas de simbolismo.
Para la banda de música de Tui fueron algunos de sus primeros trabajos. Logró de nuevo el reconocimiento popular. En 1910 se unió a Manrique Villanueva para crear una editorial musical, tal como se definió la iniciativa. Tuvo mucho éxito y también logró una gran cantidad de dinero. Pero Reveriano Soutullo no dejaba de lado sus orígenes ni tampoco la ciudad de Vigo, uno de sus lugares preferidos.
Fue el emblemático Teatro Tamberlick donde estrenó algunas de sus obras más importantes. Las zarzuelas 'El Regreso', 'El tío Lucas' y la ópera 'La Torre de don Rodrigo' fueron algunas de ellas. En todos los casos contó con la aprobación del público, que llenó las butacas en todas las funciones. Su unión con Vigo se plasmó también en la pieza llamada 'La suite de Vigo', que tuvo una gran repercusión y que incluso fue interpretada en los mejores escenarios de Madrid.
Uno de los momentos más emotivos de su vida se produjo en 1907. El Ayuntamiento de Vigo le pidió que realizara el himno de la Reconquista. Lo hizo. Fue estrenado ese año y constituyó el principal acto de lo que ya comenzaba a ser una fiesta. La música en aquella época formaba parte de la cultura de la ciudad. Los conciertos eran constantes, tanto en teatros como en la Alameda, punto de encuentro de muchas personas.
Reveriano Soutullo fue aclamado, admirado y falleció joven. Su obra se reconoció en toda la comarca. Vigo, Redondela y Ponteareas tienen calles que llevan su nombre. En esta última villa también el auditorio municipal. Se han organizado diversos talleres para analizar sus trabajos, se convocaron concursos y se creó una fundación. También tuvo una amplia trayectoria internacional al poder trabajar con los mejores compositores de su época. Su pasodoble 'Ponteareas' es uno de los más conocidos. Incluso llegó a ser interpretado en el cambio de guardia en el palacio de Buckingham. Su legado musical es inmenso y varias instituciones se han encargado de conservarlo.
