El borrador del real decreto que desarrollará la reforma y reconversión del sector de la estiba aprobada el pasado mayo por el Congreso está siendo supervisado por la Comisión Europea.

Días después de que el Gobierno consiguiese sacar adelante en la Cámara Baja el primer decreto, el diseñado para evitar la sanción comunitaria que finalmente se quedó en tres millones, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció la tramitación del segundo por la vía de urgencia. Pero transcurridos todos estos meses todavía no está lista la normativa que debería incluir, entre otras cláusulas, los acuerdos alcanzados entre patronal y trabajadores sobre los aspectos laborales de la reforma y las ayudas de 120 millones comprometidas por el Ejecutivo para la reconversión del sector. De este segundo decreto están pendientes Anesco y las organizaciones sindicales para reactivar la negociación del nuevo convenio conocido como el V Acuerdo Marco.Fuentes de toda solvencia aseguran que la causa del largo impás que sufre este necesario paso hacia la liberalización no estaría relacionada con la crisis política provocada en Cataluña, sino con la decisión de Fomento de enviar antes un borrador a la Comisión Europea. Como había hecho con el primer decreto, el ministerio querría así asegurarse de que el segundo cumple a rajatabla con las leyes comunitarias. De ahí que quienes estén al tanto de la remisión del borrador a Bruselas vean en la tardanza en contestarle al ministerio el recelo que despierta el documento.

Vigo no espera

En cualquier caso, en puertos como el de Vigo, las empresas no esperarán ni al mencionado decreto, ni a la negociación del V Acuerdo, como tampoco por los tres años del periodo de adaptación del sector a la liberalización. Como adelantó este periódico, alarmados por la ofensiva que ejerce en el tráfico de contenedores la terminal de Marín -con una estiba el doble de barata-, los accionistas de la Sagep viguesa presentaron esta semana a los sindicatos una propuesta dirigida a rebajar costes para poder hacer frente a la competencia del puerto vecino. Como puntos centrales, el planteamiento empresarial plantea una reducción salarial del 15% a los estibadores fijos y del 45% a los eventuales.