El Puerto sacrifica uno de sus edificios en Bouzas para habilitar el nuevo acceso que estrenará la terminal Ro-Ro con la ampliación que acaba de licitar en cerca de dos millones de euros. Con esta decisión, los trabajos de derribo ya no se limitarán a los almacenes de armadores al incluirse una construcción propiedad de la Autoridad Portuaria donde además se ubica el popular bar "El precio Justo", así como otras cinco casetas situadas en distintos emplazamientos dentro y fuera del estacionamiento de vehículos que también desaparecerán.
Como adelantó FARO la semana pasada, la licitación de la ampliación de la explanada de vehículos -ganarán 3.000 m2 más- se divide en tres fases. Las dos primeras, por un importe conjunto de 1,8 millones de euros, se refieren a las demoliciones y a la reordenación del acceso a la terminal gracias a la liberación de espacio por medio de derribos. Pero en relación a estos trabajos, al final la actuación proyectada por Praza da Estrela se presenta como más ambiciosa para adaptar el gigantesco estacionamiento a las previsiones actuales y futuras de tráfico, basada en el incremento de la producción de PSA, el creciente número de otras marcas que emplean estos muelles y la espectacular proyección de demanda de la autopista del mar.
Los técnicos portuarios consideraron necesario preparar la terminal "de cara a incrementar su eficiencia" y mejorar su "intermodalidad con la carretera" de ahí que la actuación propuesta tenga como objetivo principal "conseguir una mayor operatividad y agilidad en la entrada de la terminal". "Está clara la necesidad de renovar y ampliar los accesos al tráfico rodado de toda la terminal y en concreto o especialmente, de cara a la rampa flotante", justifican en alusión a un ámbito reservado casi en exclusiva a los barcos de la conexión Vigo-Francia.
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Ahora con una entrada y salida por la misma zona, con las obras proyectadas el tráfico al recinto de vehículos accederá por un nuevo acceso posicionado en el lateral sur de la terminal lindante con el muelle de reparaciones. Todo esto a costa de la demolición de un edificio de más de 1.000 metros cuadrados de la Autoridad Portuaria. Desde el Puerto aseguran que estas dependencias son en la actualidad prescindibles. Hasta hace poco la segunda planta era utilizada como oficinas por los jefes de servicio de la Policía Portuaria mientras que en la planta baja, unos 250 m2, pertenecían a una concesión de Suardiaz. Lindante con este inmueble, otro que se echará abajo será el del bar "El precio justo", muy popular entre los transportistas aunque en este caso Praza da Estrela ha pactado con sus titulares su traslado a otra zona.
Esta edificación y los almacenes de armadores absorben el grueso los 374.000 euros que se reservan a demoliciones. Pero se derribarán también cinco casetas de pequeñas dimensiones. Esparcidas por el entorno, dos de ellas son los locales que en la actualidad tienen la función de puesto de control de acceso a la terminal, que desaparecerán con la reordenación.
Todo este ámbito despejado permitirá ejecutar el replanteamiento de los accesos. Consistirá en la habilitación de varios tramos de viales y la creación de una glorieta de distribución de tráficos. De esta manera se facilita el cambio de sentido de los vehículos pesados al tiempo que se agiliza su tránsito tanto para acceder a la terminal como para abandonarla. La salida se mantendrá en el punto actual.