La ciudad de Vigo, hace diez días, contaba con 118 desfibriladores fuera del ámbito sanitario. Es posible que hoy ya sean más, porque su presencia se está disparando con la nueva normativa gallega que, desde finales de marzo, regula su instalación y que ha simplificado los trámites para su implantación. De hecho, en el pasado mes de julio se colocaron a un ritmo de tres nuevos a la semana. Así, en el municipio hay ya un Desfibrilador Externo Semiautomático (DESA) por cada 2.500 habitantes.
La mayoría, el 49%, están en ambulancias, ya pertenezcan a la red de transporte sanitario urgente de Galicia - 061, a otros organismos públicos o a empresas privadas. Pero cada vez es mayor la presencia en espacios públicos. En particular, en centros educativos y deportivos, donde ya hay 39. En breve, serán trece más. El Concello ha licitado la adquisición y mantenimiento de trece más por 35.000 euros. Los colocará en los campos de fútbol de Comesaña, Meixueiro, Santa Mariña, Candeán, Carballal, Sanpaio, A Guía y A Bouza y en el pabellón de Sárdoma, que carecían de ellos. Se reforzará los terrenos de Navia y la Vermella (Travesas), así como el recito del Carmen. En total, hay 26 piscinas, gimnasios, pabellones, campos de fútbol, estadios y otros complejos municipales con desfibrilador y, con las nuevas incorporaciones, se conseguirá cubrir todos los recintos municipales que no son de libre acceso -gestionados por el Concello o por una entidad-.
En superficies comerciales y en empresas hay 14. Solo cuatro en edificios de fuerzas de orden público y agrupaciones de voluntarios, mientras que se registran tres entre el aeropuerto y edificios administrativos o municipales no deportivos.
Por cada uno de estos desfibriladores externos instalados hay al menos una persona formada para su uso, con su título correspondiente. En las ambulancias, bastante más, para cubrir los diferentes turnos. Sin embargo, los DESA de nueva generación son dispositivos de uso muy sencillo, por lo que los podría usar cualquiera si es necesario auxilio, tal y como explica el director asistencial de la Fundación Pública de Urxencias Sanitarias de Galicia, José Flores Arias. "Aunque no tuvieses un curso, cuando das al interruptor, ya te da indicaciones por voz", explica, pero advierte: "Tan importante como el aparato son unas buenas compresiones". Aunque los formados en su uso tienen capacidad para decidir cuando lo utilizan, todos deben alertar al 061, para acciones correctivas y para que la central movilice el soporte que se precise.
Urxencias Sanitarias trabaja en la elaboración de un registro de ubicación geolocalizada de estos recursos. Es accesible a la población en su app, pero aún está incompleto.
