Más de la mitad del agua caliente y un tercio de la climatización de la piscina del complejo deportivo del Carmen, en As Travesas, lo aportan 70 paneles de energía solar térmica que permiten al Concello un ahorro de 13.700 euros anuales y permiten reducir las emisiones de CO2 en 24,8 toneladas al año. Esta instalación es la que supone un mayor ahorro de las 17 estaciones de energías renovables instaladas a lo largo de todo el término municipal y que suponen para las arcas municipales un ahorro de 41.345 euros por año, una cantidad con la que se podría iluminar la Biblioteca Central, la Casa das Artes y el Museo Liste durante un año.

Para el medio ambiente, además, evitan la emisión de 137 toneladas anuales de CO2, los conocidos como gases de efecto invernadero y que contribuyen al calentamiento global del planeta. Esta cantidad equivale a la que podrían absorber cerca de 10.000 árboles.

La piscina del Carmen de As Travesas cuenta con paneles de energía solar térmica al igual que otras instalaciones deportivas como el pabellón del Berbés, que con 31 paneles genera también el 55 por ciento del agua caliente que emplea con un ahorro de 3.000 euros anuales. En el caso de las instalaciones de la Policía Local, el parque central de servicios de Lavadores o el complejo de Vigozoo, los paneles cubren el 70 por ciento del agua caliente y ahorran 650, 3.000 y 1.000 euros respectivamente. La energía solar térmica, con aplicación directa de sus ventajas, es la que ofrece un mayor beneficio económico al Concello, con 21.350 euros anuales.

Por su parte, las placas solares fotovoltaicas, con 365 paneles -triplican a los térmicos-, permiten ahorrar 16.935 euros anuales con una producción anual de 78.903,71 kilovatios. Dos de cada tres de estos paneles se encuentran en el parque verde de Navia, que con 240 y una potencia instalada de 50 kilovatios generan una producción anual de 48.600 kw. Con 9.600 euros anuales, no es la instalación que más ahorra a las arcas municipales pero sí la que más redunda en beneficio del medio ambiente ya que evita la emisión de 47,9 toneladas de CO2.

El parque central de Santa Cristina, además de las 12 térmicas, tiene otras 76 placas fotovoltaicas que permiten un ahorro de 6.000 euros al año. Mucho menor es la repercusión de las ocho placas instaladas en el complejo deportivo de Samil en 2002 hace ya quince años y que se emplean para generar la energía necesaria para el servicio de megafonía, que además de ser más ecológico, evitó la colocación de cableado a lo largo del paseo.

Al margen de los complejos municipales, también algunas calles cuentan con paneles fotovoltaicos tras ser humanizadas como es el caso de Pintor Colmeiro, Doutor Marañón, Martínez Garrido, Aragón y el Parque Mañucas.