Tras la caída sufrida por un menor, el Consorcio de la Zona Franca ha tomado la decisión de revisar y aumentar la seguridad en la barandilla de la pasarela que conecta el centro comercial A Laxe con el Casco Vello. Ayer, operarios instalaban planchas metálicas de alrededor de un metro de altura para impedir el acceso al pasamanos, en los extremos del puente.

Esta es la medida más inmediata que se ha adoptado para reforzar la seguridad en una pasarela que ya cumple con todas las normativas en esta materia. Pero podrían ir más allá. Zona Franca está elaborando un estudio para dirimir si sería conveniente llevar a cabo una actuación más completa en esta infraestructura que cruza la calle Cánovas del Castillo a once metros de altura.

Por lo de pronto, ha instalado chapas de alrededor de un metro de altura bloqueando el acceso a la barandilla en los extremos de la pasarela. En esos puntos es más fácil llegar a la parte de arriba del ancho pasamanos, por los apoyos que ofrecen distintos elementos. Así, estas láminas de metal se colocan a modo de obstáculos para impedir que la gente se encarame a él.

Por otra parte, el niño que el pasado 31 de octubre se precipitó desde la pasarela de A Laxe, ya ha sido dado de alta de la Unidad de Cuidados Intensivos pediátrica y está en planta del Hospital Álvaro Cunqueiro, tras una evolución favorable.