La mezcla de sol, calor y el repunte del turismo ha vivificado la hostelería local. Aunque el sector partía con buenas previsiones y esperaba un verano jugoso, la realidad está pulverizando las expectativas con un volumen de demanda por encima de lo esperado. Hace varias semanas los hoteles reconocían que estaban disfrutando del "mejor julio que se recuerda", con niveles de ocupación que rondaban de media el 75% y algunas jornadas de aforo completo. Y ahora son los hosteleros del Casco Vello -una de las zonas más dinámicas de la ciudad- los que aseguran estar viviendo un verano "histórico", con una caja muy superior a la del arranque estival de 2015.
"Julio ha sido histórico, con entre un 30 y 40% más de facturación que el mismo mes del año pasado", explica Itos Domínguez, responsable de la Asociación de Comerciantes y Hosteleros del Casco Vello, "VigoVello". Las razones de ese buen resultado habría que buscarlas -señala Domínguez- en la magnífica meteorología de julio, cuando se superaron los 30 grados de temperatura durante casi la mitad de las jornadas. Otro factor clave fue el repunte de viajeros. La ola de calor que sacudió a buena parte de la península animó a muchas familias de otras regiones de España a desplazarse a las Rías Baixas.
El panorama pinta igualmente bien para agosto. Domínguez recuerda que el parte climatológico será fundamental, pero también comenta que en apenas una semana la ciudad disfrutará de una cita esencial para la hostelería: O´Marisquiño. El festival de la cultura y el deporte urbanos llena año tras año los hoteles, bares, pubs, restaurantes... con aficionados, profesionales y patrocinadores llegados de diferentes partes de España e incluso de otros países. Y la previsión para este año supera la de las pasadas ediciones. Los organizadores de la cita han captado nuevas competiciones de repercusión internacional, han ampliado sus instalaciones e incluso se han volcado en la promoción. Gracias a ese esfuerzo esperan superar las 125.000 visitas del año pasado y llegar incluso a las 140.000. Los hosteleros confían en que ese "boom" de visitantes se traduzca también en mayores ingresos para sus negocios.
La presidenta de "Vigo Vello" reconoce ser optimista y comenta que encontrar en Vigo una habitación de hotel para las fechas de O´Marisquiño -del 12 al 14 de agosto- es desde hace semanas una misión casi imposible. "Hay gente que está reservando incluso en O Porriño", señala Domínguez. A esa capacidad de convocatoria de O´Marisquiño se suma que agosto es el mes de vacaciones por excelencia, cuando se registra mayor movimiento de turistas y también cuando se logran los mejores datos. Como guinda, el puente de mediados de mes contribuirá al desplazamiento de más viajeros. Ese "cóctel" lleva a los hoteles a confiar también en un buen agosto, con ocupaciones que ronden el 90% y una elevada afluencia de clientes.
Ese repunte de demanda obliga a los establecimientos incluso a contratar refuerzos para completar sus plantillas, muy mermadas en los últimos años por la crisis. Las últimas estadísticas oficiales sobre desempleo constatan esa realidad. En julio Vigo redujo el número de parados en 757 personas, lo que sitúa la bolsa de demandantes de empleo en 25.960. Por colectivos, el que arrojó una mejor evolución fue el vinculado al turismo: el sector servicios redujo ese mes el número de parados en 496 vecinos.
La hostelería del Casco Vello no es la única que está viendo cómo su actividad repunta durante el verano. El presidente de la Federación de Empresarios de la Hostelería de la provincia (Feprohos) y su equivalente de los hospedajes (Asehospo), César Sánchez-Ballesteros, señala que bares y restaurantes de otros puntos del casco urbano también han mejorado sus resultados con respecto a 2015. "En líneas generales, julio ha estado bastante mejor que el año pasado, aunque creemos que el tiempo también ayuda", concuerda el responsable de un restaurante situado en la calle Concepción Arenal. Otro hostelero fija el repunte de facturación "entre un 12 o 15%".
El Concello recibió 50 solicitudes para instalar terrazas en bares desde que empezó el verano
- La playa o un buen chapuzón en la piscina no son los únicos remedios para pasar las tardes de verano con termómetros que rondan los 30 grados. Muchos optan por relajarse en la terraza de un bar y disfrutar de un refresco, a la sombra y en compañía de amigos. Desde que empezó el verano el Concello ha recibido 51 solicitudes de bares, restaurantes, cafeterías, pubs... que deseaban instalar una terraza. Solo el mes pasado los técnicos municipales recibieron 38 peticiones, lo que supone más de una al día.En lo que va de 2016 el Concello recibió un total de 435 solicitudes. Son algo menos que las que había registrado en 2015 a finales de julio, cuando las peticiones ascendían a 484, pero superan con creces a las que había en 2010, antes de que el Concello abaratase el canon que se cobra por estas instalaciones y aprobase la bautizada como "tasa cero". Según el registro de Praza do Rei ese año se despacharon apenas 300 peticiones; es decir, 135 menos que en 2016. Un año después, en 2011 y ya con "tasa cero" el número de solicitudes de terrazas se disparó a 507.La proliferación de terrazas no solo se debe a su éxito durante los meses de verano. La reforma de la ley antitabaco de 2011, que prohibe fumar en todos los establecimientos, llevó a muchos locales a montar terrazas, que dotaron incluso con sistemas para combatir el calor o el frío. Desde la federación provincial de hosteleros anotan sin embargo que en algunos casos la autorización de las terrazas llega a demorarse meses desde su petición. También apostillan que la policía ha llegado a abrir expedientes a algunos establecimientos por haber instalado sus terrazas sin tener el permiso municipal.Marea urge mayor controlMarea de Vigo reclamó ayer al Gobierno local un mayor control de las terrazas hosteleras en el Casco Vello y el entorno del Náutico, donde proliferan -aseguró- instalaciones "ilegales". El grupo municipal exige al Concello que vigile el cumplimiento de la ordenanza y anota que, en caso contrario, se permite la "competencia desleal" a otros negocios que sí respetan la norma.
