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Movilidad

Una ingeniera viguesa diseña un carril-bici desde la Praza da Estrela hasta Bouzas

El proyecto plantea un vial bidireccional en el margen pegado al mar que se uniría con el Paseo dos Peixes -Tendría una longitud de 4,5 kilómetros y un presupuesto de 4,8 millones

Una ingeniera civil viguesa plantea un carril bici que uniría la Praza da Estrela con Bouzas dotando a la ciudad de un nuevo espacio de ocio en su borde marítimo y en una de las zonas actualmente más degradadas. El proyecto, que también incluye la humanización de la avenida de Beiramar, contempla un vial bidireccional pegado al margen litoral de 4,5 kilómetros y cuya ejecución ascendería a 4,8 millones de euros.

"Todas las ciudades están apostando por el uso de la bicicleta para ser más sostenibles. Es cierto que la orografía de Vigo no se presta a ello debido a sus pendientes, pero esta zona es llana y ya la utilizan muchos ciclistas durante los fines de semana. El proyecto permitiría recuperar espacios pegados al mar para el disfrute de los ciudadanos", destaca María Caride Rial.

Ingeniera en Obras Públicas por la Universidad de A Coruña, defendió este trabajo a finales de junio como su proyecto fin de grado y obtuvo la calificación de sobresaliente. Antes de plantear una solución de trazado del carril, realizó un estudio de movilidad con el fin de determinar la afección que las actuaciones podrían suponer en el tráfico rodado y las plazas de aparcamiento.

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Las mediciones realizadas en cuatro puntos del recorrido arrojan una intensidad media diaria de 17.471 vehículos, registrándose los mayores picos a primera hora de la mañana y a la salida de los puestos de trabajo de las industrias localizadas en el entorno.

Caride también realiza un estudio del aparcamiento existente en la zona que arroja un total de 791 plaza, que entre las 8 y las 9 de la mañana están ocupadas el 100%. La construcción de un carril bici eliminaría espacios, por lo que el proyecto planta dos nuevos aparcamientos en superficie.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, ademas del atractivo para los viajeros, los desniveles, la seguridad y el coste económico, la experta plantea tres alternativas posibles y se decanta por la segunda de ellas, basada en la creación de un carril bici bidireccional en el margen izquierdo de la avenida de Beiramar y la humanización de todo este vial para que la zona gane atractivo de cara a los ciudadanos y visitantes.

En el primer tramo, entre Praza da Estrela y la rotonda de A Laxe, se construiría una acera bici de 2,50 metros de ancho que solo haría necesaria la señalización horizontal a lo largo de todo el recorrido para marcar la separación entre la zona del tráfico peatonal y la de los ciclistas.

Esta acera bici se prolongaría en una segunda etapa hasta el inicio de la avenida de Beiramar y en todo momento transcurriría pegada a la calzada para evitar interrupciones con los peatones que salen de los edificios. En esta zona no hay problemas con salidas de garajes.

El carril bici en el tercer tramo, hasta la rotonda de la Industria Conservera, y también en el cuarto conllevaría la eliminación de todas las plazas de aparcamiento del margen izquierdo. Y en el quinto y último, seguiría por Eduardo Cabello desde la rotonda de Bouzas y se uniría con el que ya existe en el Paseo dos Peixes, que tiene una longitud de 2,5 kilómetros.

A lo largo de todo el recorrido, el vial para ciclistas mantendría un ancho de 2,5 metros, mientras que la calzada conservaría los 4 carriles de circulación para no afectar al tráfico rodado.

El proyecto fija un plazo máximo de ejecución de 14 meses, así como un presupuesto de ejecución material de 3,3 millones de euros. El coste total de la licitación con IVA ascendería a los 4,8 millones y supondría una alternativa más económica al túnel subterráneo desde O Berbés hasta Barreras planteado desde hace años pero que sigue en el cajón. "Su ejecución sería muy compleja, mientras que el carril bici y la humanización constituyen una opción más factible para mejorar el entorno sin afectar al tráfico", sostiene Caride.

Dos aparcamientos en superficie

  • La actuación eliminaría 508 plazas para vehículos -225 desde la rotonda de O Berbés hasta la de la Industria Conservera y 283 hasta Bouzas-. Por ello se plantean dos nuevos aparcamientos en sendas parcelas ubicadas junto a la gasolinera del número 175 de Beiramar y la rotonda de la Conservera. Su elección busca que los trabajadores de la zona no tengan que dejar sus vehículos a más de 300 metros de sus empresas."Los terrenos pertenecen a la Autoridad Portuaria, que podría firmar un convenio con el Concello para disponer de ellos", señala María Caride. El aparcamiento situado al lado de la rotonda de la Conservera, también conocida como de Barreras, constaría de 271 plazas en batería, 6 de ellas para personas con movilidad reducida, mientras que el segundo dispondría de 131 -3 para movilidad reducida-.El proyecto incluye además tres zonas de aparcamiento para bicicletas que resulten "cómodos y seguros en destino y origen". Se trata de hacer más atractivo el uso de la bicicleta tanto en los trayectos para acudir al trabajo como en los de carácter lúdico.De esta forma, el primer punto se instalaría en Praza da Estrela, pensando en los usuarios de la zona centro, y el tercero estaría en el entorno del Liceo de Bouzas, para poder dejar allí la bicicleta y acceder al barrio, o bien iniciar el recorrido ya existente en el Paseo dos Peixes. En la rotonda de Barreras se habilitaría un "parking" intermedio.

Una nueva zona de esparcimiento

  • El trabajo de la ingeniera de Obras Públicas María Caride busca conectar el centro de la ciudad con el barrio de Bouzas, de gran interés por sus zonas de ocio y sus playas, así como ganar una nueva zona de esparcimiento para los vigueses.Esta "modificación sustancial del entorno" incluye crear una nueva zona para ciclistas y peatones. Se trata de mejorar un espacio de gran potencial no solo por ser llano, sino también por su proximidad al mar. "La avenida de Beiramar está muy deteriorada y presenta muchas deficiencias. Ni los ciclistas ni los peatones pueden transitar con seguridad. Por eso el proyecto también incluye su humanización", explica. La ingeniera plantea materiales que "sigan una armonía" con otras humanizaciones realizadas en la ciudad, entre ellas, las recientes mejoras acometidas en Marqués de Valterra. Las aceras serían de granito gris alba, el firme de la calzada sería sustituido por uno nuevo y el carril bici tendría una superficie de microaglomerado en color rojo. "Beiramar es un vial con una elevada intensidad de tráfico y hay que tenerlo en cuenta. Se trata de buscar el impacto visual para que la zona de los ciclistas se reconozca y evitar invasiones. Siempre se busca la seguridad", destaca. El trabajo también detalla la configuración de las zonas verdes. Elige como árbol de referencia el aligustre, de rápido crecimiento, apto para climas atlánticos y que puede alcanzar los 12 o 15 metros de altura. Además se instalarían jardineras y las aceras se dotarían de bancos de madera y aluminio.

"Me encantaría participar, sería muy importante para la ciudad"

María Caride, de 25 años, ha compatibilizado durante el último año el desarrollo de su proyecto fin de grado con su trabajo en la constructora Copcisa. Asegura que la carrera, además de una formación en ingeniería, le ha permitido desarrollarse como persona: "Son unos estudios duros y te dan esa agudeza para la resolución de problemas".

"El carril bici y la humanización constituirían una obra muy importante para la ciudad y me encantaría participar en su construcción", reconoce.

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