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La rotura en el hormigón

Las obras más complejas de la reforma de Balaídos

Los técnicos refuerzan la sujeción de las piezas de la cubierta de Tribuna para blindar el desmontaje

Se fabrica un soporte especial en acero para levantar las bañeras de 85 toneladas de peso tras comprobarse la insuficiente consistencia del hormigón al izarlas con cadenas -Entre hoy y mañana se colocará la "cama" para empezar a retirarlas

La retirada de las bañeras de 85 toneladas de peso que cubren la grada de Tribuna es aún más compleja de lo que se esperaba. La operación, que se realiza con la grúa más grande de Galicia, sufrió ayer un primer contratiempo tras constatar los técnicos en los ensayos de izado la necesidad de reforzar la sujeción de las gigantescas piezas, según explicaron fuentes municipales. En el primer intento se comprobó que la consistencia del hormigón es totalmente insuficiente para realizar la maniobra con el sistema elegido, mediante cadenas. Aun con carga baja el material -que data de 1969, cuando fue colocado el techo de la grada- se resquebrajaba en las esquinas de agarre.

Los ingenieros trabajaban por la tarde en el diseño de un soporte de acero que se colocará a modo de cama bajo las góndolas de hormigón, que se levantarán "como si fuese un barco", ejemplifican las citadas fuentes. De esta forma se evitará cualquier riesgo en el desmontaje.

La supergrúa Demag con capacidad para cargar 650 toneladas enganchó por la mañana la primera de las bañeras, situada en la esquina de Tribuna con Marcador. Dos cadenas sujetaban la góndola en los puntos donde fue perforada manteniendo el centro de gravedad para garantizar su estabilidad en la maniobra. "Al realizarse los ensayos, ya con una carga baja se comprobó que el hormigón no reunía la consistencia necesaria y se optó por otro sistema", indicaron las citadas fuentes.

Las bañeras están unidas de dos en dos y las dos primeras fueron parcialmente cortadas para separarlas. La grúa, ya colocada, aseguraba la sujeción. "Retirar esta es la parte más conflictiva y nos dirá si hay que hacer correcciones. A partir de ahí todo va a ser más fácil", comentaba a media mañana el arquitecto y director de obra Pedro de la Puente. Finalmente, tras los ensayos, mediciones y cálculos, hubo que posponer la operación tras decidir los técnicos que el mejor sistema era sostener la góndola con una estructura a manera de cama.

La maniobra desde el izado hasta que se deposita la bañera en el suelo dura "entre 15 y 20 minutos", explicaba Miguel Galego, gerente de Deca S.A., empresa propietaria de la grúa. Para garantizar la estabilidad y evitar que vuelque se colocaron 160 toneladas de contrapesos, transportados en trailers el viernes hasta la explanada exterior de Balaídos. Un día antes llegó la supergrúa desde Sigüeiro (A Coruña) en un transporte especial junto a un primer camión. Además, otra estructura complementaria anclada al mástil -un superlift- asegura la resistencia de la pluma, que se eleva hasta 50 metros de altura (la cubierta está a 19).

Pese al contratiempo, los responsables de la obra mantienen el calendario previsto. Ayer por la tarde se ultimaba el diseño del esqueleto para sujetar las piezas, que se colocará entre hoy y mañana. En dos semanas está previsto concluir el desmontaje de las veintidós góndolas. Todas serán derribadas una vez depositadas en tierra. La nueva cubierta, con una malla que sostendrá las láminas de aluminio en forma de ola, debe estar a punto para el comienzo de la próxima temporada de Liga.

El techo de Tribuna data de 1969, cuando se realizaron obras en la grada y se reformaron a fondo Marcador y Gol. Las tres tienen el mismo tipo de cubierta, siendo diferente el de Río, que empezaría a construirse ocho años después, tras derribarse íntegramente la anterior, para el Mundial '82.

Expectación en el entorno del estadio para presenciar la operación

  • La operación de retirada de la cubierta de Tribuna congregó a decenas de curiosos en el entorno de Balaídos tanto por la mañana como por la tarde a la espera del momento cumbre en que se levantaría la primera pieza. Finalmente habrá que esperar un poco más para verlo.Varios grupos se reunieron en distintos puntos de la acera frente al estadio, y muchos viandantes se paraban para observar la obra. Otros se apostaron en las terrazas de las cafeterías, lugares privilegiados para contemplar la operación. Algunos, al ver trabajar a los técnicos sobre la góndola a diecinueve metros de altura, gesticulaban tratando de anticipar como se realizaría la maniobra para evitar que la bañera basculase. La gigantesca grúa, con sus 160 toneladas de contrapesos, también llamaba la atención de los curiosos. Los más mayores recordaban cuándo se construyó la grada, hace más de cuarenta y cinco años.En la mitad de Tribuna hacia Gol los operarios de la empresa adjudicataria de la reforma de la grada seguían los trabajos.En los próximos días está previsto que empeore el tiempo, pero en principio esta circunstancia no repercutirá en la operación de desmontaje de las góndolas. "A menos que haya temporal se puede trabajar con normalidad", apuntaba el gerente de la empresa que suministra la supergrúa. Una vez que empiecen a bajarse las piezas la previsión es retirar dos por día.

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