Los consentimientos informados en las consultas de Povisa ya se rubrican sobre tablets. El hospital concertado es uno de los primeros de España en implantar la firma biométrica y electrónica en estos documentos, que además se integran en la propia historia clínica electrónica del paciente. En abril se pondrá a prueba en planta y en junio se espera que esté en marcha en todo el centro.

Además de la eliminación del papel, este sistema tiene varias ventajas. Se evitan los posibles extravíos en su transporte o archivo, así como la omisión de esta autorización, ya que se reclama su cumplimentación de forma automática cuando el facultativo pide la prueba o la intervención. También es más ágil, porque esta disponible de forma inmediata en todo el hospital. Funciona con una tablet conectada al ordenador del médico. Ya hay operativas más de 120 y se registran una media de 300 consentimientos informados al día.

Povisa lleva trabajando en esto desde 2012, ya que se han vinculado toda la cartera de servicios, con más de 800 modelos de formulario de consentimientos informados. Otra de las grandes dificultades es la seguridad jurídica, que la asesoría aprobó a finales de 2015. Se registran todos los rasgos caligráficos -presión, velocidad...- y se añade geolocalización, para convertir en infalible la identificación