Con la apertura del nuevo hospital de Vigo, el Chuvi solo incorporó veinte camas más, hasta 1.260. El Sergas puso en marcha el Álvaro Cunqueiro con 750 en planta, con las que se acercaba al 70% de habitaciones individuales que anunciaba. Desde mediados de diciembre -con un paréntesis en navidades-, el aumento de ingresos por urgencias típico del invierno le ha llevado a aumentar el porcentaje de dobles, hasta alcanzar casi la mitad en el mes de febrero.
Que se desdoblen habitaciones no significa, necesariamente, que el hospital esté al 100%. Supone que no hay sitio en las unidades en las que se necesita. Por ejemplo, puede haber camas libres en Pediatría o en Obstetricia, pero el que requiere ingreso es un varón adulto. Un portavoz del Chuvi asegura que, gracias a esta elasticidad, han reducido mucho los que casos en los que un paciente no es ingresado en su servicio -los llamados periféricos- y que, en estos casos, se les destina a otros similares, que "están mejor preparados" para atenderle. La misma fuente garantiza que el pico máximo de ocupación fue del 75% -un día de febrero, en el que se llenó el área materno-infantil-. Asegura también que no ha hecho falta derivar ingresos a clínicas privadas. Sí se mantienen los desvíos de operaciones, con sus consiguientes estancias.
El Álvaro Cunqueiro empezó a funcionar con 845 camas. Casi un centenar de ellas corresponden a las UCIs neonatal, pediátrica y de adultos, a Reanimación y la Unidad del Sueño. En planta hay 567 habitaciones y, de primeras, se dejaron individuales un 66%, para cobijar hasta unos 750 ingresados. Salvo los 48 de obstetricia y los 48 que hacen esquina y son de reducidas dimensiones, se pueden hacer dobles el resto de cuartos. Así, la capacidad máxima en planta es de 1.038 hospitalizados. Para llegar a la famosa cifra de 1.465 -que garantizó la Xunta reiteradamente-, además del centenar de camas de críticos, hay que sumar las del hospital de día, las de hemodiálisis, las de observación en Urgencias, las cunas...
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El Cunqueiro está reforzando su hospitalización desde mediados de diciembre, con un parón durante el período navideño. A pesar del suave inicio del invierno y un pico de la gripe que se ha retrasado, en enero, la necesidad de ampliación de camas aumentó a lo largo de enero. Se habilitaron una media de 38 supletorias más, hasta alcanzar el 39% de habitaciones dobles. Febrero está siendo el peor mes. De media, se colocaron 70 adicionales, rebajando al 55% las individuales. Ya está abierta el 80% de la capacidad total. El pasado lunes 15 se alcanzó el máximo de refuerzos, con 83, y un 47% de cuartos desdoblados.
Fue precisamente esa semana la que se suspendieron operaciones programadas por falta de camas. Un portavoz del Sergas explica que se quedaron sin espacio en la sala de reanimación postquirúrgica -30 puestos- porque tuvo que albergar a pacientes de cuidados intensivos que saturaron la UCI de adultos -otros 30-.
Cuando se decide desdoblar una habitación, hay que subir la cama desde un almacén ubicado en la planta -2. La enfermera supervisora de la planta es la que toma la decisión de si se necesita un refuerzo de personal para atenderla. Profesionales cuentan que los pacientes esperan durante horas en urgencias para ingresar en planta.
