Su mercería llevaba 63 años abierta en el número 37 de la calle Progreso. Con el fin de los alquileres de renta antigua en enero de 2015 tuvieron que enfrentarse a la decisión de continuar en su local o dejar su zona y clientela de toda la vida y emigrar a otro barrio, ya que la idea de cerrar quedó descartada por completo. "Nunca hablamos de cerrar el negocio, se trata de algo familiar y no estaba dispuesta a bajar la persiana para siempre", señala María Auxiliadora Saldaña, propietaria de la mercería que lleva su apellido.
Reconoce que en un primer momento sí recurrieron a la idea de hablar con sus caseros y continuar en el mismo emplazamiento, pero en vista de la subida de los precios, admitieron que la idea de marcharse era lo mejor. "Pasaríamos de pagar 400 a 1.000 euros por un local muy pequeñito y tirando a viejo. Ahora, en Ronda de Don Bosco costeamos un alquiler muy cercano a los 1.000 euros pero el bajo es el triple de grande, es nuevo y está en un zona con más vida", reconoce la dueña de mercerías Saldaña.
La comerciante no duda en afirmar que el cambio ha sido para mejor. " La clientela que tenías antes te va a venir igual, sumas la nueva y el cambio solo fue a mejor" , añade.