La compañía de bajo coste Ryanair parece no acabar de tomarle las medidas al aeropuerto de Vigo. Ayer otro avión procedente de Barcelona desvió su rumbo a Oporto debido a las ráfagas de viento de hasta 70 kilómetros por hora que se registraron en la ciudad. La historia se repetía, después de que el pasado jueves otro vuelo de la compañía que debía aterrizar en Vigo acabase en la ciudad portuguesa. El avión, que rozaba el cien por cien de ocupación y que que había salido de El Prat a las 16.10, intentó tomar tierra hasta en cuatro ocasiones. Finalmente el piloto decidió aterrizar en Oporto.