A Melchor, Gaspar y Baltasar les esperaba ayer una larga noche de trabajo, pero la tarde no fue menos intensa dado el trajín de cabalgatas y recepciones a las que asistieron de forma simultánea haciendo gala de sus poderes mágicos, los mismos que emplearon para detener la lluvia.

El paréntesis meteorológico propiciado por Sus Majestades permitió que las comitivas reales de Baiona y Nigrán realizasen el recorrido previsto, que Gondomar decidió sustituir por una recepción en el pabellón municipal por prudencia.

Así, los niños baioneses y sus familias pudieron disfrutar desde las cinco de la tarde de una cabalgata que comenzó en Sabarís y que una hora más tarde enfilaba, encabezada por la rondalla de Freixo. el frente litoral del casco urbano desde la playa de Santa Marta. Arroparon a los Reyes carrozas del Baíña FS y el Erizana, integrantes de la escuela de baile Giros de Baíña y personajes de animación.

Los Magos de Oriente repartieron 1.500 kilos de caramelos y más de 1.000 regalos entre quienes acudieron al pabellón a saludarles y hacerles sus peticiones de última hora.

En Nigrán, los Reyes partieron de A Ramallosa, desde donde fueron guiados hacia el polideportivo de Panxón por la rondalla de Prarada y por sus pajes, que realizaron el recorrido a bordo de vespas, vehículos clásicos y 600. Un gran espectáculo circense de La Fiesta Escénica culminó la tarde a cubierto.

En Gondomar, los niños se encontraron con Sus Majestades en el pabellón, donde hubo un espectáculo de luces, música y danza a cargo de la rondalla de la Agrupación Musical de Vincios y los grupos de baile de Donas y Gondomar.