La devoción y el fervor que se tiene en la ciudad por el Cristo de la Victoria es evidente. Las muestras de cariño y respeto son innumerables hacia una imagen que, para muchos, es la más importante de la ciudad. Año tras año, la Santísima Cofradía del Cristo, que preside Marora Martín-Caloto, logra engrosar notablemente las filas de sus cofrades. Con los nuevos nombramientos ya cuenta con más de 900. Ayer, tras la Novena vespertina de las siete de la tarde, que presidió Alfonso Milián Sorribas, se procedió a la tradicional imposición de las medallas.

Aunque son algunos menos de los que se distinguieron el año pasado, que fueron 41, en esta ocasión Marora Martín-Caloto condecoró a un total de 36 nuevos cofrades. A las mujeres y a las niñas se las condecoró con una medalla, a ellos con una insignia. El perfil de los nuevos adeptos responde a edades y motivaciones de distinta índole. Desde niños muy pequeños, de 3 y 4 años, que son inscritos por sus padres en base a la tradición familiar, hasta adultos y gente de avanzada edad. Este año se también acudieron una madre y sus dos hijos que se apuntaron al acto de manera conjunta.

Desde la propia organización de la festividad admiten que minutos antes de que se ejecute la misa de condecoración a los cofrades noveles aún no se sabe exactamente cuántos serán. Hasta el día de ayer la gente estuvo realizando el protocolo de inscripción para conseguir convertirse en cofrades del Cristo de la Victoria. Por otro lado, no todos los que se inscriben para formar parte de la hermandad acuden al acto público, porque no pueden, no quieren o prefieren un ritual más íntimo. Otros tantos realizan la adhesión por teléfono.

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El resto del programa

Continuando con la agenda de las fiestas del Cristo, el pregón se celebra hoy a las 13 horas, en el Pazo de Castrelos y el escogido este año para tal distinción es el Presidente del Real Club Celta, Carlos Mouriño. A las ocho de la tarde será la Novena, de la mano del Obispo Emérito de Barbastro-Monzón, D. Alfonso Milián Sorribas.

Al término del Novenario, se producirá el descendimiento de la imagen del Cristo hasta el Altar Mayor, donde se le dejará unos minutos con los fieles para que lo veneren y, al término, se montará en la carroza a la espera de la gran procesión de mañana. El próximo jueves devolverán la imagen a su emplazamiento habitual.

Mañana será el día grande de la festividad, con misas cada hora desde las siete de la mañana en la Concatedral de Santa María de Vigo. A las 11 será cuando se predique la Misa Concelebrada, presidida por el Obispo de Tuy-Vigo, Luís Quinteiro Fiuza. A las siete y media de la tarde dará comienzo la esperada procesión en honor al Cristo de la Victoria. Para los que no puedan acudir, o quieran verlo desde casa, la Cofradía tiene habilitadas varias pantallas para retransmitir en directo todo lo que ocurra durante la procesión. Se podrá ver en su página web (www.cristodevigo.es).