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Remodelación del centro operativo del servicio de extinción de incendios

"Metamorfosis" en el parque de bomberos

El Concello culmina la mayor renovación de la central de Teis tras una inversión de más de 1,3 millones de euros

Varias salas de estudio y hasta de "cine" | En turnos de 24 horas donde el esfuerzo físico puede ser enorme, el descanso es una pieza indispensable. Las dos salas de televisión se han renovado por completo y se habilitó una tercera de lectura y estudio con ordenadores e internet.

"Ahora ya tenemos un parque de bomberos de verdad. Antes no era más que una vetusta nave industrial con bomberos dentro". De esta forma tan gráfica resumen muchos de los efectivos de Vigo el paso de gigante que ha supuesto para ellos -y también para la seguridad de la propia ciudad- la renovación de su centro operativo de Teis por parte del Concello. La obra, en la que se han invertido más de 1,3 millones de euros, está prácticamente culminada pendiente de pequeños "flecos", como la colocación del rótulo en la fachada principal.

El mayor cambio -y más visible- son los ocho portalones que permiten el estacionamiento y salida simultánea de otros tantos camiones. Antes había solo un acceso, limitación que llegaba a afectar a los tiempos de respuesta en caso de emergencia. "Para nosotros cada segundo es muy importante. Con lo que teníamos, si coincidía que estaba maniobrando un vehículo para entrar y en ese momento saltaba una alarma, podíamos perder hasta 20 segundos, ya que no podía salir ningún coche. Y aunque parece poco, para nosotros, y especialmente para las personas que vamos a auxiliar, es mucho tiempo", reconoce el responsable de los bomberos olívicos, Guillermo Domínguez.

Para mejorar todavía más los tiempos de reacción se han habilitado 13 taquillas junto a los coches de primera salida (los dos portales más próximos al centro) con los Equipos de Protección contra Incendios (en la imagen sobre estas líneas) lo que permite agilizar los servicios. "Antes no había un punto común. Cada uno los tenía a mano o los dejaba en el coche o próximo a él", anota Domínguez.

Otra de las revoluciones en la cochera está relacionada con los sistemas de extracción. Para evitar los gases contaminantes -deben encender los vehículos todos los días- se han instalado diez modernos boquereles electromagnéticos frente a los seis neumáticos que había antiguamente y que -aseguran- se despresurizaban. "Es un sistema novedoso que nos evita los problemas que teníamos con el otro, que tenía pérdidas de aire y nos provocaba molestias continuas", admiten.

Pero el mayor trastorno que les causaba la cochera, con capacidad para 15 vehículos, era que en ella convivían multitud de zonas comunes, áreas de descanso, espacios de trabajo y administrativos. Todo ello ha quedado ahora completamente separado y aislado en tres plantas del bloque anexo que se han reformado por completo. Además, se ha dotado a todo el edificio de sistema de climatización e incluso detectores de humo y sistema contra incendios al que, por muy extraño que parezca en un parque de bomberos, antes no tenía. "Solo había aire acondicionado en la cocina. En las otras dependencias llegábamos a soportar temperaturas de más de 30 grados", recuerda Guillermo Domínguez.

En la planta baja del edifico y hacia la calle, se ubica la central de llamadas y dos habitaciones con oficina a modo de apartamento para el jefe de salida y el suboficial al mando. "Antes no tenían ni ventilación", recuerda el jefe de bomberos. En este mismo nivel se sitúa también una sala que se ha habilitado para la carga de baterías y la reparación de equipos portátiles. Aquí se ha construido además un aula de formación de la que carecía el anterior parque, lo que les obligaba a buscar cada día un "hueco" diferente para la realización de cursos. La sala tiene capacidad para 35 personas y está dotada de proyector y pizarra.

Pero además de la formación teórica, el ejercicio y la buena preparación física no solo es indispensable para el buen desarrollo de su trabajo, sino obligatoria. Cada mañana, de ocho a diez, deben ejercitarse. Y desde ahora lo hacen en un renovado gimnasio ubicado en la planta baja. En él -y también en el del parque auxiliar de Balaídos- se han cambiado casi todas las máquinas e incorporado algunas nuevas, como elípticas, con una inversión de más de 100.000 euros. Mantiene el rocódromo y la pista de squash y, en los próximos meses, se habilitará además una pista de pádel en la terraza de la planta superior. "La preparación física para los bomberos es fundamental, y tener un buen gimnasio es indispensable. De esta forma se permite que puedan realizar sus entrenamientos obligatorios de la mejor forma posible e incluso utilizarlo en sus días libres", destaca el responsable máximo.

Área de descanso

En la primera planta se encuentran las habitaciones, también separadas ahora de la cochera y no como antiguamente. Hay tres amplios dormitorios y uno más reducido que se destina a invitados, generalmente para bomberos de otros parques de España que vienen a la ciudad. En total se cuentan 23 camas. En este mismo nivel, además de un gran baño común, se ha dispuesto una sala de ofimática. "Este espacio se ha reservado para que hubiera una zona tranquila en la que los bomberos pudieran estudiar, leer, conectarse a internet... Es otra de las cosas de las que carecíamos", explican.

En la parte superior se han construido las oficinas administrativas de prevención, suboficiales, oficial de servicio o el despacho del subjefe, todo con materiales renovados.

El área de descanso, en el primer piso, está conectada con la cochera a través de una entreplanta donde se sitúan las 135 taquillas y desde la que los bomberos pueden bajar directamente hacia los vehículos. Conecta a demás con dos salas de televisión en las que se ha mudado prácticamente todo el mobiliario -principalmente dotándolas de confortables butacas-. A su lado está la cocina y el comedor. Ésta es la zona que mejor estaba y en la que menos se ha actuado más allá de la compra de un nuevo frigorífico.

El ahorro energético es otra de las piezas claves del nuevo parque. Toda la iluminación se ha cambiado por bombillas LED de bajo consumo. Pero además, se incorporaron cuatro paneles solares para el agua caliente sanitaria y un sistema geotérmico con cuatro pozos a 120 metros de profundidad que permitirán un ahorro muy importante en la calefacción de gasoil. "Solo en combustible se gastaba cada año sobre 15.000 euros. Ahora ahorraremos entre un 30 y un 40%", estima Guillermo Domínguez.

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