Los taxistas de la ciudad suman una nueva herramienta para plantar cara al "sinpa", la costumbre cada vez más extendida de apearse del coche sin pagar la factura. La nueva normativa que regirá al gremio en Vigo permite a los chóferes exigir por adelantado la mitad de su minuta en aquellos servicios que superen los 50 kilómetros. El Concello -que ya tiene cerrada la ordenanza y espera sacarla adelante en el próximo pleno- incorpora la medida a petición de los propios taxistas. Los profesionales denunciaban el pasado verano sufrir "constantes impagos". Con la ordenanza actual los clientes pueden pagar una vez llegan a su destino, con independencia de lo largo que sea el trayecto o cuánto cueste.
En sus alegaciones al borrador de la norma la Asociación Provincial de Autopatronos del Taxi -el colectivo mayoritario en la ciudad- pedía que, "por motivos especiales, tales como servicios largos o con un importe elevado", los conductores pudieran "exigir el pago previo del mismo". El Concello no aceptó esa redacción, pero en su lugar incorporó el siguiente párrafo a la norma: "Cuando se concierte un viaje de más de 50 km, el conductor podrá exigir el abono del 50% del importe previsto aproximado para garantizar su abono". La medida podría revisarse si así lo establece la regulación autonómica, que aún no se ha desarrollado.
La norma vigente en la actualidad data de febrero de 1994 y solo aclara que el "pago del trayecto se efectuará en el momento en que termine el servicio". La única excepción -que mantiene la nueva ordenanza- se da cuando el viajero necesita abandonar temporalmente el coche. En ese caso, el taxista puede pedir "a título de garantía" el importe del recorrido ya efectuado y la minuta equivalente a 30 minutos de espera en zona urbana o 60, en descampado. La normativa municipal detalla también que los chóferes están obligados a proporcionar cambio de hasta 20 euros.
La nueva norma aborda y actualiza cuestiones cruciales del gremio, como los períodos de vacaciones. A petición de la asociación provincial, la ordenanza abrirá la puerta a "regular períodos concretos de vacaciones", siempre a petición de las asociaciones que representan al colectivo y que el Concello juzgue que hay una "disminución del servicio". Otra novedad es que los nuevos taxímetros que se instalen a partir de ahora deberán incorporar una impresora para las facturas.
En su redacción definitiva la norma municipal se pronuncia también con contundencia sobre la necesidad de que los titulares de las licencias las exploten con exclusividad. El Concello incorpora a la ordenanza que "la cesión del uso de la licencia que se realice sin la autorización del Concello será declarada nula y sancionada". El Ayuntamiento desestima además una alegación presentada por la Asociación Profesional Provincial de Autotaxis de Pontevedra en la que se planteaba que una misma persona pudiera acumular hasta tres licencias de taxi distintas. "El Concello considera que el número de licencias por titular debe ser de una", concluyen los técnicos. El Partido Popular también presentó alegaciones al borrador de la ley, que ya pasó por el pleno municipal el pasado mes de julio.
La nueva ordenanza regula el acceso a zonas peatonales
- Entre su batería de propuestas para la nueva ordenanza, los taxistas planteaban obtener "permiso de acceso para recoger o dejar clientes en zonas peatonales o semipeatonales".El Concello no incluye en la nueva normativa esa excepción "con carácter general", pero sí regula el paso de los taxis por este tipo de calles en la ciudad.La futura norma establece que "los taxis podrán acceder a zonas peatonales o semipeatonales cuando vayan a recoger o dejar viajeros con origen o destino en la zona y se trate de personas de edad, con problemas de movilidad o que transporten maletas u otros bultos análogos".La norma también permite a los taxis detenerse para tomar o dejar viajeros y cargar o descargar maletas, pero indica que los conductores deberán buscar el lugar "donde menos entorpezcan el tráfico".El pasado verano la Asociación Provincial de Autopatronos del Taxi de Pontevedra presentó una alegación a la normativa en la que planteaba prohibir el uso de prendas de ropa o calzado "inadecuado".En concreto, la asociación que representa al gremio proponía que la ordenanza incluyese el siguiente párrafo: "Queda prohibido el uso de ropa y calzado deportivo o de baño, así como pantalones cortos y camisetas de tirantes". El objetivo -alegaban desde el colectivo profesional- era cuidar la imagen del gremio en la ciudad.El Concello no ha aceptado sin embargo regular en detalle la vestimenta que se debe usar los conductores. La ordenanza sí incluye no obstante un apartado que establece que los profesionales deben "cuidar el aspecto personal y vestirse de forma adecuada para el servicio".
La antigüedad máxima del coche sube de 10 a 12 años
- La nueva ordenanza municipal amplía la vida útil de los coches destinados a taxi, que hasta la fecha estaba limitada a diez años. En respuesta a una alegación presentada por el gremio, el Concello ha aceptado la posibilidad de otorgar dos prórrogas anuales, lo que permite prolongar el uso de los taxis hasta los doce años."Los vehículos no podrán permanecer en servicio por más de diez años contados desde la fecha de la primera matriculación. No obstante, y a solicitud del titular, los servicios técnicos municipales podrán informar sobre el estado del vehículo y autorizarse prórrogas por un período máximo de un año y hasta un máximo de 12", concreta la futura normativa.El texto también regula la publicidad en los vehículos, que no podrán anunciar tabaco, alcohol o mensajes de contenido sexista.
Los aspirantes a chófer deberán carecer de antecedentes penales
- Los aspirantes a taxista no podrán tener ningún encontronazo con la ley en su currículo. El Concello ha aceptado -e incorporado a la nueva ordenanza- una de las propuestas lanzadas desde el colectivo: que cualquier candidato a taxista "carezca de antecedentes penales", un requisito que deberá acreditar además a través de un certificado oficial del Ministerio de Justicia. Los técnicos del Concello aceptan esa alegación de la Asociación Provincial de Autopatronos del Taxi de Pontevedra tras concluir que los chóferes prestan "un servicio público y debe garantizarse la seguridad de los usuarios".El mismo artículo de la futura ordenanza también recoge como requisito "no padecer enfermedad infecto-contagiosa o impedimento físico que imposibilite o dificulte el normal ejercicio de la profesión". Esa circunstancia también se debe demostrar mediante un certificado médico. Quien desee presentarse a la prueba que pasan los taxistas -y en la que acredita el conocimiento de las calles, lugares de interés turístico, hospitales, hoteles, sedes de instituciones, etc.- tampoco podrá estar inhabilitado para el ejercicio de la profesión por una sanción administrativa o una sentencia judicial firmes.
No prohíbe al conductor usar sandalias o camiseta de sisas
- El pasado verano la Asociación Provincial de Autopatronos del Taxi de Pontevedra presentó una alegación a la normativa en la que planteaba prohibir el uso de prendas de ropa o calzado "inadecuado".En concreto, la asociación que representa al gremio proponía que la ordenanza incluyese el siguiente párrafo: "Queda prohibido el uso de ropa y calzado deportivo o de baño, así como pantalones cortos y camisetas de tirantes". El objetivo -alegaban desde el colectivo profesional- era cuidar la imagen del gremio en la ciudad.El Concello no ha aceptado sin embargo regular en detalle la vestimenta que se debe usar los conductores. La ordenanza sí incluye no obstante un apartado que establece que los profesionales deben "cuidar el aspecto personal y vestirse de forma adecuada para el servicio".
