Las mayores empresas constructoras del país se han lanzado a por el contrato de ampliación de Rande, una obra sin precedentes en la ingeniería civil que salió a concurso en mayo por 174,1 millones de euros. Durante el plazo de presentación de ofertas, cerrado hace unos días, han formalizado sus propuestas once compañías, dos de ellas en solitario, Acciona y Sacyr, y las restantes en diferentes alianzas. Tres de las firmas que concurren, -Puentes y Calzadas, San José y Atlántica (esta última del grupo Aterga)- son gallegas.

Las ofertas en unión de empresas están formadas por FCC y OHL; Dragados y Puentes; Ferrovial Agromán y Atlántica; e Isolux Corsán, San José y Vías y Construcciones. La última de las compañías citadas pertenece, al igual que Dragados, a ACS por lo que el grupo presidido por Florentino Pérez compite en el concurso en dos alianzas diferentes. El volumen de negocio en la división de construcción que suman todos los competidores que han puesto los ojos en el jugoso concurso supera los 47.000 millones de euros, lo que da una idea del poder de atracción del contrato.

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La licitación para ensanchar el puente incluye por un lado la construcción de tableros laterales para incorporar un carril por sentido, y por otro la ampliación de los enlaces hacia Moaña y Teis a fin de canalizar de forma fluida la salida y entrada del tráfico en el viaducto, que ahora sufre embotellamientos en horas punta y se colapsa cuando hay accidentes, ya que carece siquiera de arcenes. El desdoblamiento está presupuestado en 93,7 millones y el ensanchamiento de los enlaces, en 80,4. Las ofertas técnicas se abrirán la próxima semana mientras que en octubre se conocerán en octubre. La previsión es arrancar las obras a final de año. En principio el periodo de ejecución es de 30 meses aunque las empresas pueden presentar plazos más cortos y presupuestos más bajos que el de licitación.

La ampliación de Rande se sumará a las grandes obras que están en marcha en el área de Vigo, entre las que destacan la estación y entrada del AVE, el nuevo hospital y la depuradora del Lagares. Casi todas las grandes constructoras que participan en el concurso para desdoblar el puente son adjudicatarias de alguna de ellas. Una unión de las compañías controladas por las familias Entrecanales y Koplowitz (Acciona y FCC respectivamente), así como Dragados (ACS) en otra licitación, ejecutan la infraestructura ferroviaria de alta velocidad en la ciudad. OHL e Isolux, por su parte, se encargan conjuntamente de la depuradora, otra obra puntera, la mayor y más compleja de ingeniería hidráulica en Galicia. Acciona y Puentes están en el grupo de contratas que edifica el complejo sanitario de Beade-Valladares. Sacyr, por su parte, lideró la sociedad que construyó y explota el Auditorio Mar de Vigo, mientras que San José fue una de las dos contratas (junto a Copasa) que se encargó de la ampliación de la terminal de Peinador, rematada este mismo año.

El ensanchamiento del puente, además del atractivo montante del contrato para las empresas que pujan, ofrece dos alicientes excepcionales. Por una parte supone actuar sobre un icono de la Ría de Vigo, y por otro llevar a la práctica una operación de ingeniería civil calificada por sus proyectistas como "hito a nivel mundial", ya que no hay precedentes de una ampliación lateral sobre un viaducto atirantado con una luz -distancia entre pilares- como el que une los dos márgenes de la Ría.

El proyecto, elaborado por el estudio MC2 y el ingeniero Manuel Juliá Vilardell -que participó en el diseño y construcción del puente-, fue aprobado en 2011. Técnicos de las grandes empresas que optan al contrato llevan tiempo sondeando el terreno para presentar sus ofertas dada la complejidad de la ambiciosa intervención sobre el puente. Audasa firmó un convenio con el Ministerio de Fomento para financiar la obra. La concesionaria se encarga de costearla tras realizar una emisión de obligaciones por valor de 195,8 millones ampliables a 400. Posteriormente recuperará el coste mediante la explotación de la autopista.

La mejora de la capacidad de la AP-9 incluye una tercera obra además del desdoblamiento de Rande y la construcción de los terceros carriles en los enlaces. Se trata de la ampliación de la AP-9 a su paso por Santiago, que ha salido a concurso en las mismas fechas con un precio de salida de 102 millones y por la que también pujan las grandes constructoras españolas.