Cuatro agentes de la policía portuguesa declararon ayer en la Audiencia viquesa por el juicio contra la organización acusada de introducir una maleta con 16 kilos de cocaína procedente de Venezuela a través del aeropuerto de Oporto para distribuirla en Galicia. Según dos de los agentes implicados en la detención de Marcio José N., el hombre que recogió la bolsa con la droga, éste alegó espontáneamente que lo hacía porque "pasaba por dificultades económicas" y habló de que le ofrecieron 3.000 euros por ir a recoger la maleta. Los agentes explicaron también que Marcio José N. era "la parte más débil" de la trama.

Uno de los policías, instructor de la investigación de Portugal, señaló que antes de la llegada de la cocaína al país desde Caracas tuvo lugar una reunión en una panadería que Marcio José N. regentaba en la localidad de Póvoa de Varzim con dos de los acusados, Manuel de F. y Mario L. Los implicados dieron instrucciones precisas al que recogió el paquete, que recibiría a cambio 3.000 euros por el trabajo.

Marcio José N. se encontraba sentado en el aeropuerto de Oporto cuando de repente se levantó para recoger una maleta situada cerca a lado de una librería en la zona comercial, en la que antes compró un periódico deportivo. Después, procedió a salir del edificio para coger un taxi que lo llevaría a la panadería. Sin embargo, fue interceptado por la policía antes de que pudiera escapar.

Los agentes apuntaron que no hay imágenes de las cámaras de vigilancia del aeropuerto debido a que además de la investigación de la policía portuguesa, un grupo especial encubierto participó paralelamente.

El mismo agente explicó que el juicio en Portugal contra Marcio José N. tendrá que ser repetido debido a las dudas sobre la actuación de los agentes encubiertos. En él, el acusado resultó absuelto.

Tras escuchar a los policías, el fiscal mantuvo invariable su petición de 41 años de cárcel para los cuatro acusados.

Pureza del 26%

Las otras dos agentes que prestaron ayer declaración pertenecen a la policía científica lusa. Tras un test preeliminar realizado en el aeropuerto, los 16 paquetes de droga fueron enviados al laboratorio.

Tanto el fiscal como la defensa quisieron saber si la forma de proceder en estos casos es igual a la española. Tras saber que el procedimiento es exactamente el mismo, las expertas aseguraron la pureza de los 17 kilos y 450 gramos de cocaína incautados era del 26%.

Las defensas, por su parte, impugnaron todas las pruebas de la policía lusa, salvo el abogado de Miguel Ángel P.T., que no quiso mantener la impugnación sobre el análisis de las sustancias.