El Concello se ha quedado de manera inesperada sin el bajo de Jacinto Benavente en el que iba a instalar el programa de Sereos, solo unas horas después de que el alcalde confirmase que ya existía local para el servicio e iba a ser reformado en los próximos días. Sorprendentemente la propietaria ha rechazado a última hora firmar el contrato de alquiler cuando todo estaba ya preparado al alegar, -según explicó la concejala de Benestar, Isaura Abelairas-, que se había presentado una compradora y llegó a un acuerdo con ella.

La negociación estaba cerrada pero la propietaria, que tenía el bajo a la venta desde hace dos años, le comunicó el miércoles por la tarde, justo antes de la firma, que se paralizaba la operación. La compradora le habría dejado una señal de 20.000 euros por el bajo, según colgó Abelairas en su cuenta de Facebook.

El imprevisto repentino, justo el día en que se anunciaba la ubicación, ha causado extrañeza a la concejala, quien lamentó que hay "muchas preguntas y ninguna respuesta". Abelairas asegura que intentó sin éxito que la propietaria le aclarase quién es la supuesta compradora para tratar de hablar con ella y llegar a un acuerdo. "No me facilitó la posibilidad", expuso.

La marcha atrás ha dejado también de una pieza a los responsables de la Fundación Érguete, que presta el servicio de Sereos y participó activamente tanto en la búsqueda del local como en las conversaciones con la dueña desde hace un mes. Su director, Juan González, explicó ayer que la renuncia se produjo justo en el momento de la firma del contrato. La propietaria, de hecho, "ya había empezado el desmontaje de sus enseres en el local", cuenta, y por la mañana se hacían los últimos trámites para rubricar el acuerdo.

Todo a punto

"Llevábamos tiempo trabajando en esto, habíamos hablado con las empresas y vecinos del entorno y encontramos comprensión y sensibilidad por todas las partes. Es frustrante porque el acuerdo era total. Solo faltaba firmar, pero ya empezamos a buscar otro lugar, incluso con más fuerza", explica el director de Érguete.

El gobierno local indaga si es cierta la existencia de ese acuerdo y, aunque no renuncia al local, se ha puesto manos a la obra para buscar una alternativa. Si la propiedad se opone a alquilar el bajo de Jacinto Benavente el Concello carece de margen de maniobra, ya que el contrato estaba sin firmar,. Aunque se hubiese suscrito existía una cláusula, confirmaron desde el gobierno local, que establecía la posibilidad de rescindirlo si aparecía un comprador.

El servicio de Sereos de ayuda a drogodependientes y otras personas en situación de exclusión social empezó a funcionar en 1997 y es gestionado actualmente en una unidad móvil a escasos 200 metros de allí, en el cruce entre las calles Paz y Jacinto Benavente. En agosto del año pasado el gobierno local cerró el recinto de Elduayen en el que se ubicaba Sereos, lo que abrió una polémica con defensores y detractores de la medida. Colectivos sociales reclamaron la reapertura, mientras que los vecinos y comerciantes del Casco Vello se oponían y emplazaban a buscar un local alternativo en otra zona. El pleno de la Corporación se decantó por esta última opción y el gobierno local y Érguete parecían haber dado con el espacio adecuado. Un comprador parece haberse adelantado.