Ricardo Torres Quiroga, tudense de cuna y vigués de adopción, destacó por su constante entrega en beneficio de la sociedad.

Realizó sus estudios en la Escuela Oficial de Náutica y en la Escuela Municipal de Artes y Oficios, al mismo tiempo que trabajaba como mecánico en los talleres "La Industriosa," de Antonio Sanjurjo Badía.

Terminó sus estudios con sobresaliente en todas las asignaturas, hizo posiciones e ingresó en la Armada para realizar los cuatro cursos de condestable en San Fernando, Cádiz. siendo el número 1 de su convocatoria. Posteriormente realizó estudios de transformación en la Armada, también con el número 1 de su promoción, y llegó a la categoría final de capitán de fragata.

Estudió por libre la carrera de Derecho en la Universidad de Santiago, finalizándola en 1946. Ejerció la abogacía durante 42 años y en Vigo, como abogado y marino, desempeñó sus cometidos llegando a ser durante cuatro años segundo comandante en la Comandancia de Marina de Vigo.

Torres Quiroga fue también profesor y director de la Escuela de Artes y Oficios durante diez años, Jefe Provincial de Pesca secretario letrado del Consorcio de la Zona Franca en su etapa fundacional. En ese puesto y con Félix Santamaría, Pérez Lorente o Rafael Portanet, hizo las primeras gestiones para traer a Citroën la firma francesa ya había prácticamente decidido instalarse en otra ciudad.

Fue fundador y presidente de las Hermandad de Donantes de sangre de Vigo y también fundador de la de Pontevedra y formó parte de la directiva del Centro de Hijos de Vigo, organización destinada a favorecer los intereses vigueses.

Estaba en posesión de numerosas condecoraciones nacionales y extranjeras, fundó y dirigió, así mismo, una escuela para obreros sin cualificación y fue colaborador de FARO DE VIGO durante casi setenta años.

Durante quince años, de 1973 a 1987, fue Hermano Mayor de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Victoria, por lo que en 1990 fue distinguido como Hermano Honorario o Cofrade Honorario.

En la historia de la Cofradía se señala que en 1974 y animada por Torres Quiroga, la profesora María Méndez Otero, Maruja Méndez, quiso hacer algo especial para honrar al Cristo "y fue así como se inició una ofrenda floral en la procesión, que tuvo una gran acogida desde el primer momento. Muchas niñas, vestidas con el traje tradicional, portaban ramos y centros de flores que particulares o instituciones costeaban para acompañar la imagen, ocupando su lugar delante del Cristo y esperando luego a su paso por la Porta do Sol, donde tiene lugar la ofrenda, al tiempo que se canta el himno.

Con motivo del homenaje que le tributó Tui en 1994, Torres Quiroga manifestó que durante toda su vida había trabajado como un bárbaro, atendía a todo y cobraba poco, porque nunca me ha guiado el afán del dinero sino ser útil a la sociedad".

Dedicación a Vigo y a Tui

Y prueba de esa dedicación, tanto a Vigo como a su Tui natal, está en su entrega a favor del asilo de ancianos San Telmo, promoviendo la ingente obra de un nuevo edificio cuando el anterior, con más de cien años, estaba prácticamente en ruinas. "Era dolorosísimo, manifestó, comprobar que los ancianos que allí residían tenían que dormir con un paraguas abierto en el borde de la cama, porque llovía".

Con motivo del homenaje tributado en Tui se recordaba que fue siempre benefactor de esa gran Obra (el asilo) hasta el extremo de legarle todas sus propiedades. Abogó también desesperadamente para que el Centro Cultural Caixanova llevase, o mejor recuperase el nombre de García Barbón, anhelo que no logró en vida.

Una de sus más destacadas iniciativas fue también la creación de la Hermandad de Donantes de Sangre, desde la que, con motivo de su fallecimiento, se destacaba su amor al trabajo y al estudio y su constante entrega en beneficio de la sociedad, haciendo especial énfasis en que su obra más humanitaria "y también la más querida para el propio don Ricardo, fue la Hermandad de Donantes de Sangre. ¿Cuantas vidas habrá salvado gracias a esta obra?... Ni se sabe. Ni él mismo pudo imaginar el inmenso bien que estaba haciendo a sus semejantes" Y por eso la Hermandad tomó en su día el acuerdo de nombrarle presidente de Honor de la misma , siendo necesario para ello luchar contra su innata modestia para que aceptase tal nombramiento, pero al fin y ante la tenacidad de todos los directivos, sucumbió aceptando el nombramiento.

Durante el homenaje que le tributaron en Tui tuvo también sentidos recuerdos hacia esa Hermandad, evocándose también los tiempos en que el ahora conocido como Hospital Xeral carecía de banco de sangre" y fue necesaria la presencia de Torres Quiroga para la puesta en marcha de la Hermandad de Donantes.

Nació en Tui en 1903 y a los 17 años fijó su residencia en Vigo, alternando los estudios con el trabajo. Oficial de la Armada, en la que alcanzó el grado de capitán de fragata, ocupó diferentes puestos en buques de guerra y en tierra, siendo el último, en los años cincuenta, el de segundo comandante de la Comandancia de Marina de Vigo. Ocupó también la Jefatura Provincial de Pesca.

Abogado en ejercicio, fue secretario del Consorcio de la Zona Franca y uno de los promotores de la formación profesional, con la creación de escuelas obreras. Fue también y durante diez años, profesor y director de la Escuela de Artes y Oficios.Muy vinculado a la ciudad, fue durante quince años Hermano Mayor de la Cofradía del Cristo de la Victoria y colaborador de FARO DE VIGO durante casi setenta años. Falleció en Tui a los 92 años.