El 19 de mayo de 1933 llegaron a Vigo procedentes de Santiago los delegados de las Cajas de Ahorros pertenecientes a la Confederación Nacional de dichas instituciones que celebraban su Asamblea anual en Galicia.

Los delegados, cerca de un centenar, hicieron el viaje desde Compostela en autobuses y en coches de turismo, visitando el balneario de La Toja, el Gran Hotel y la fábrica de jabones. Continuaron viaje, deteniéndose, en Pontevedra breves minutos, para tomar el té en el Parque del Casino y siguieron hasta Vigo, llegando a nuestra ciudad a las nueve de la noche

Fueron directamente a la Casa Consistorial, donde se celebró una recepción en su honor. En la plaza de la Constitución estaba la banda de música municipal, que interpretó varias obras de su selecto repertorio y el Ayuntamiento obsequió a los asambleístas con un refresco.

Asistieron al acto diversas autoridades, entre ellas el subdelegado de Hacienda y el comandante militar de la plaza y representantes de los centros docentes. de los centros docentes.

El alcalde, Martínez Garrido saludó en un sobrio discurso a los asambleístas, deseándoles que su estancia en Galicia les resulte tan grata como agradable es a los gallegos la presencia en esta Tierra de los representantes de las instituciones populares de crédito de toda España.

En programa desarrollado en Vigo fue en verdad magnífico.

Terminada la sesión celebrada por el Comité permanente de la Confederación, a la mañana, en el domicilio de la Caja de Ahorros, salieron los delegados, con el director general de Trabajo señor Baráibar y algunos invitados, a efectuar una excursión.

En automóviles y autocards,escalaron los congresistas, la colina del Castro, haciendo calurosos elogios del panorama que desde allí se domina: la ría maravillosa, el valle de Fragoso en eclosión de frondosidad, mientras los vehículos, a marcha lenta rodeaban la cima del monte por la carretera de Circunvalación.

Desde el Castro marcharon los asambleístas a la finca de San Roque, donde visitaron la barriada de casas baratas, construida por la Caja de Ahorros.

Desde San Roque siguieron los asambleístas al Rebullón, donde se sirvió un cock-tail después de haber visitado el edificio y las dependencias de las Colonias escolares, que merecieron fervorosos elogios de los asambleístas.

A la una y media de la tarde dio comienzo el almuerzo a base de platos enxbres servido por la Casa Pepe, con que obsequió la Caja viguesa a los concurrentes a la VI Asamblea de Cajas de Ahorro.

En su discurso, el alcalde destacó que la obra de la Caja de Vigo ha sido realizada con gran entusiasmo, destacando "la garantía de confianza que el pueblo dispensa a la Caja y que hace posible la forma ascendente con que se viene desarrollando la institución".

Al día siguiente, los asambleístas visitaron las fábricas de La Artística, Alfageme y los astilleros Barreras y se desplazaron al monte del Tecla, en donde les será servido un almuerzo. A su regreso se trasladaron a la fábrica de los señores Alvarez e Hijos, Panificadora Viguesa y la sociedad Casino.

A las siete de la tarde se celebró la sesión de clausura de la VI Asamblea Nacional de Cajas de Ahorros Benéficas, presidida por el ilustrísimo señor director del Trabajo.

Los asambleístas se fueron encantados de Galicia y de las gentes gallegas. Las jornadas de Vigo, aseguraban los asambleístas, resultaron memorables, "porque aquí ha sido en donde les fue posible saborear en su verdadera sustancia, la Tierra gallega".

Partieron también satisfechísimos los delegados de las Cajas de Ahorro de España de la manera como el personal de la Caja de Vigo y su gerente Sr. Vidán han desempeñado los deberes de hospitatidad.