El aumento de las familias que acuden al monte en busca de leña choca, de lleno, con el desplome de la demanda por parte de las madereras. Hasta tal punto ha descendido su precio en el mercado que algunas comunidades reconocen no comercializar lotes ya listos para "no malvender". El metro cuadrado de pino se pagaba antes a 60 euros, ahora a 30", justifica Claudio Cameselle, del colectivo de Cabral. "El precio bajó un 50%", corrobora Óscar Domínguez, de la comunidad de montes de Candeán, quien recuerda que las tasaciones de lotes que se obtienen hoy son inferiores a las de hace apenas un año.

¿A qué se debe el desplome de los precios? Entre las comunidades hay pocas dudas. "No hay demanda... Ni en la construcción, ni en el naval; y al fin y al cabo hablamos de plantaciones que tardaron 40 años en crecer", apunta Domínguez. Desde San Miguel de Oia, Manuel Giráldez confirma también que el precio "bajó bastante". "Preferimos dárselo a los vecinos antes que malvenderla; al menos así la disfrutan ellos", apunta José Rodríguez, presidente de la comunidad de montes de Beade