El Colegio de Arquitectos de Galicia (COAG) decide hoy su futuro. Por un lado se celebran los comicios a la presidencia de la entidad -Junta de Gobierno- y por otro se eligen a los responsables de las delegaciones territoriales de Vigo y A Coruña. Culmina así un largo proceso electoral que arrancó a inicios de año con la dimisión forzada de Jorge Duarte como decano junto a todo su equipo.

El presidente en funciones de la sede olívica, Martín de Cominges, se enfrenta en esta ocasión al equipo liderado por Antonio Davila. Las elecciones a nivel general estarán más disputadas, con cinco candidaturas dispuestas a asumir las riendas del COAG. En esta línea, el equipo de Davila presenta un programa conjunto con Antonio Maroño mientras que Cominges apoya a Carlos Quintáns. Estas dos listas son las que, a priori, parten como favoritas para presidir la entidad.

Frente a años anteriores sin elecciones -se presentaba un único equipo- esta vez el voto estará más disputado. En juego está en qué modelo de colegio desarrollar ante una caída drástica de la actividad que impide un equilibrio entre ingresos y gastos.

Campaña

La campaña se alargó hasta ayer noche con la presentación conjunta en Vigo de las candidaturas de Antonio Davila y Antonio Maroño, ya que ambas comparten el mismo programa electoral. "Nuestro proyecto está vinculado al mantenimiento de las delegaciones territoriales imprimiéndole más actividad. Por un lado es importante porque supone cercanía para los colegiados y por el otro supone representación ante las administraciones y agentes sociales", reflexiona Maroño, quien considera que el equipo liderado por Cominges "no defendió lo suficiente" la pervivencia de las delegaciones frente a la decisión de Jorge Duarte de cerrarlas vía ERE. "Formaban parte de la misma Junta de Gobierno que tomó esa decisión", dice. Su compañero Antonio Davila insistió ayer en la necesidad de que los colegiados voten a ambas candidaturas. "Llevamos trabajando juntas desde hace mucho tiempo, el COAG ahora necesita decisiones rápidas y entre nosotros ya existe ese consenso que de otro modo, con listas diferentes, habría que lograr", explica. Por encima de todo, ambas candidaturas se comprometen "a llevar a la asamblea todas las decisiones" y a lograr mayor transparencia. Vender patrimonio, comentan, "no es una prioridad y máxime en el caso de Vigo, que se financia con los alquileres".