El Concello rechaza el recurso de los dueños de O Piricoto para evitar el derribo del edificio

El último intento de los propietarios de la urbanización de O Piricoto para obtener una nueva licencia municipal y evitar el derribo ordenado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) cae en saco roto. La Gerencia de Urbanismo ha desestimado la solicitud de la comunidad del edificio al Concello para que plantease a la alta instancia judicial la inejecución de la sentencia al considerar los afectados concedida la licencia por silencio administrativo. El informe emitido por los técnicos concluye por contra que "no se dan los supuestos necesarios" para considerar otorgado el nuevo permiso. El Concello ya había rechazado la petición en una primera resolución el pasado mes de agosto y ahora la ratifica.

Los propietarios presentaron un proyecto de legalización hace más de dos años para conseguir la licencia y legalizar el edificio aplicando una serie de medidas correctoras que no afectan a la estructura del inmueble. Defienden que la urbanización, de 180 pisos, se ajusta al Plan Xeral, y plantean la instalación de una pantalla vegetal con especies arbóreas autóctonas para reducir el impacto paisajístico de la urbanización y acomodarla al entorno. El pasado mes de julio el representante de la comunidad solicitó al Concello que promoviese ante el TSXG un incidente de inejecución de la sentencia al entender que la licencia estaba otorgada por "silencio administrativo positivo", lo que abriría la puerta para regularizar la situación del edificio.

Unos días después la Gerencia remitió copia del expediente a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural al emplazarse el inmueble en el entorno del Castro de O Piricoto; y el 24 de agosto la concejala de Urbanismo rechazó la solicitud de los propietarios, ya que la tramitación seguía su curso. El 13 de octubre la jefatura territorial de la Consellería de Cultura emitió una resolución en la que informa favorablemente al proyecto de legalización "condicionado a la realización de un control arqueológico de las obras de movimiento de tierras". Los propietarios insisten en que su plan no incluye intervención sobre el terreno y apelan a la demora en el envío del proyecto para cumplir los pasos hasta su resolución. Los técnicos municipales rechazan las alegaciones y argumentan que la Lei de Ordenación Urbanística determina que "cuando el ordenamiento jurídico exija, para la ejecución de cualquier actividad, autorización de otra administración pública en materia ambiental o de protección del patrimonio histórico-cultural, la licencia solo se podrá solicitar con posterioridad a que sea otorgada dicha autorización". Urbanismo esgrime que, para obtener licencia, es preciso "un proyecto arqueológico para su aprobación por la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural" .

Pronunciamiento judicial

El TSXG tendrá ahora la última palabra sobre el futuro del edificio, ya que el Concello presentó el año pasado un proyecto de demolición parcial sobre el que espera pronunciamiento. El gobierno local sostiene que para acatar la sentencia, motivada por el "impacto visual" de la urbanización sobre el entorno, es imprescindible derribar parte del inmueble. En concreto, su planteamiento pasa por eliminar la cubierta en su totalidad y "en la medida de lo posible" la planta baja, dependiendo el alcance en esta zona de la seguridad de la estructura.