Menor endeudamiento por habitante y más ahorro. Son las dos variables que reflejan el buen estado económico del Concello de Vigo en comparación con los del resto de Galicia. Así al menos se desprende de los indicadores que maneja el Ministerio de Economía en los que se tiene en cuenta la liquidación el año 2009, último ejercicio que ha computado hasta ahora la Administración central.

Así, el ayuntamiento vigués acabó el año 2009 con un remanente de tesorería –lo que se puede considerar como beneficio contable– de 88,1 millones de euros. Una cifra que está muy por encima de las que registraron otros concejos gallegos. El más próximo, con 23,4 millones de remanente, es A Coruña, mientras que el Concello de Santiago concluyó ese ejercicio en números rojos, con una falta de liquidez en tesorería de 2,59 millones.

Lugo, Ourense y Pontevedra terminaron con un "positivo" de entre 11,2 y 16,9 millones, si bien el indicador real de la capital de la provincia sería menor al considerarse en el documento el remanente líquido. Ferrol se quedó con 3,97 millones también de remanente líquido.

El otro indicador importante es el endeudamiento por habitante, que refleja el estado de los concellos a la hora de acudir al mercado financiero. Vigo también está a la cabeza, con un ratio de 117,1 euros per cápita, lo que le convierten en el menos endeudado, porcentualmente, de las ciudades gallegas. A mucha distancia se sitúa el resto, con Pontevedra, la más próxima, con más del doble de endeudamiento por habitante. A Coruña casi triplica el índice vigués, mientras que Santiago de Compostela es el que arroja el mayor saldo, con casi 700 euros por residente censado.

Tres años

El Concello vigués se mantiene en cabeza de este porcentaje desde hace al menos tres años, si bien con magnitudes diferentes. Así, en el año 2008 arrojaba una deuda de 105,4 euros por habitante, un índice que subió en 2009 hasta 126,6 y que en el último ejercicio ha vuelto a descender ligeramente.

Tanto el remanente de tesorería –que permite una capacidad de maniobra importante en presupuestos sucesivos, aunque también ha sido criticado por considerar que una Administración no debe de arrojar superávit al terminar el ejercicio anual– como el endeudamiento por habitante son dos de los principales indicadores de la "salud económica" de un ayuntamiento. De hecho Vigo se situaba a la cabeza de los concellos españoles en este último porcentaje de deuda hace tan solo unos meses.

Pese a esa situación saneada de las cuentas locales hay un elemento que distorsiona el global. Y no es otro que las deudas por indemnizaciones o las devoluciones de dinero que deben hacerse al Estado por haber recibido más dinero por el porcentaje de impuestos estatales indirectos, como es el caso de lo ingresado por la venta de alcohol o de tabaco, así como por otros impuestos que recauda la Administración central, caso, por ejemplo, del IRPF.

En este apartado también Vigo está a la cabeza, pero la cantidad –algo más de 21 millones de euros– que tiene que reintegrar al erario estatal, que en su día había adelantado el dinero. Casi toda la devolución está ligada directamente al descenso del consumo de los habitantes y por lo tanto za la caída en la recaudación que adelanta el Estado.

En cuanto a las indemnizaciones por sentencias en contra, el Concello vigués mantiene aún pendiente el pago al menos de una con la sociedad inmobiliaria Miraflores, que condiciona los posibles planes de expansión e inversión a la espera de hacer frente a la misma.