Las esperanzas del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM), perteneciente al CSIC, de trasladar a la ETEA su centro de Bouzas parecen agotadas. Sus responsables llevan años esperando por esa nueva ubicación, una necesidad que el bipartito autonómico aprovechó para diseñar un complejo más ambicioso al que bautizaron como "Ciudad del Mar". Pero la falta de espacio en las instalaciones de Bouzas, unido a su antigüedad –se inauguraron en 1973– se han hecho hasta tal punto insoportables que ya afectan directamente a la labor investigadora. Una situación que la dirección del centro no está dispuesta a prolongar más tiempo a expensas de que las distintas instituciones se pongan de acuerdo sobre qué hacer en el antiguo terreno militar de Teis. Y como solución viable y más rápida, apuestan ahora por la ampliación.

"De momento sólo hemos encargado el estudio a unos arquitectos". Aída Fernández Ríos, directora del instituto, confirma el cambio de planes respecto a la ubicación de su centro aunque elude aportar muchos más detalles sobre la actuación. Ésta consistiría en unir el edificio anexo (construido en noviembre de 1993 para uso específico de experimentación de cultivos marinos) con el principal, y nivelar ambos con una cuarta planta de altura. Con estas obras estiman que se ganarían más de 1.000 metros cuadrados de superficie útil.

La única duda que ofrece este proyecto podría despejarse en breve. Los arquitectos contratados por la dirección del IIM-CSIC esperan el resultado de las catas realizadas la semana pasada sobre el terreno que ocupan ambos edificios. Los geólogos recogieron muestras del subsuelo tanto en la zona orientada a la Alameda como hacia la parte de atrás del centro, lindando con el recinto del IES Audiovisual. "Se trata de conocer si la estructura del instituto soportaría una planta más", apunta Aida Fernández.

Ubicado en el número 6 de la calle Eduardo Cabello, los dos edificios que conforman el Instituto de Investigaciones Marinas ocupan una superficie 1.657 metros cuadrados. Habida cuenta de que todavía se trata de un anteproyecto, ni el Concello ni la Autoridad Portuaria tienen conocimiento de los nuevos planes del CSIC para Vigo. Pero en caso de que pretendan ejecutarlo, necesitaría al menos de la autorización municipal.

El centro se asienta sobre terrenos propiedad del CSIC gracias al entonces alcalde Rafael Portanet, quien forzó al Puerto a donarle la parcela para evitar así que se estableciese en A Coruña. En la actualidad y de acuerdo con el PXOM, el solar se rige por la ordenanza de "zonas portuarias"; y dentro del Plan Especial del Puerto, con la ordenanza 7 de "usos dotacionales".

Fernández Ríos no revela a cuánto asciende el coste de la obra proyectada. En cualquier caso, arquitectos consultados por este periódico aseguran que "no menos de 300.000 euros".