Garantizar la calidad del agua de la red de abastecimiento. Es el principal objetivo que se ha planteado el gobierno municipal para los próximos años.

El alcalde Abel Caballero, que se felicitó por "el consumo responsable" de los vigueses tras conocer las cifras de gasto diario facilitadas por la concesionaria insistió en que lo imprescindible ahora es garantizar la calidad del agua, "que es muy buena", dijo, y el abastecimiento para las próximas décadas.

En tal sentido, el gobierno local confía en que en breve se cierre el estudio sobre las posibles opciones para que la red de agua de Vigo no tenga problemas en el futuro. Dos son las que tienen mayor protagonismo: el segundo embalse para el suministro a Vigo y la posibilidad de un trasvase desde el río Miño. La decisión se adoptará de acuerdo con la Consellería de Medio Ambiente.

Cobro

Lo que sufrirá más retraso es la implantación del sistema de cobro del agua según lo que cada usuario consuma. Pese a que la intención del equipo de gobierno era acometer este cambio en la tarifación este mismo año, todo indica que no será posible.

El gobierno de la ciudad encargó una serie de estudios para conocer la mejor fórmula desde el punto de vista técnico y jurídico para implantar el nuevo recibo.

No obstante, las experiencias existentes en otros ayuntamientos españoles son casi inexistentes, por lo que habría que implantar un sistema nuevo, sin que se pudiese probar su efectividad antes.