Por qué era tan importante que la gestión del parque estuviese en manos gallegas?

-En principio mejorará el nivel de proximidad con los ciudadanos, la proximidad de la administración. Estamos más cerca, conocemos los problemas a fondo y va a haber una cercanía tanto en el aspecto de uso público y de disfrute como a la hora de acercarse a los problemas desde las instituciones.

-No han perdido el tiempo. Una de sus primeras medidas ha sido anunciar un plan de infraestructuras.

-Hay muchos retos pendientes porque una de las cosas que le veníamos repitiendo al Estado era la necesidad de conseguir la homologación de nuestro parque a los otros 13. Illas Atlánticas se creó en 2002 y tuvimos el desastre del Prestige. Es verdad que hubo un esfuerzo muy grande por parte del Estado, que se volcó con una gran inversión para solucionar todo el problema de la contaminación. Pero esto retrasó la mejora de los servicios, las infraestructuras, la conservación...

-Parece un diagnóstico bastante pesimista...

-Es que tenemos muchos temas todavía por resolver como son nuestras propias infraestructuras de servicios, de vigilancia y de guías. Hay que rehabilitar todavía casas y construcciones, adecuarlas para el personal del parque. Aún no disponemos de unas oficinas dignas ni tampoco de un centro de visitantes, como tienen todos los parques nacionales. Y luego hay otras cosas pendientes: la movilidad y la accesibilidad para que todo tipo de personas puedan acercarse al parque nacional, está el reto enorme, tras la adquisición de Sálvora y Cortegada, de poner en valor para uso público y también para proyectos de investigación las edificaciones y poblados que hay en las islas... Es decir, que aún estamos muy lejos de homologarnos a otros parques nacionales.

-¿Serán suficientes cuatro millones que ha comprometido el Gobierno?

-De esta transferencia se viene hablando desde hace tiempo y una de las cuestiones fundamentales que hubo que discutir fue la económica, que el Estado garantizase los recursos para mantener eso limpio, en un estado de conservación favorable y, a la vez, garantizar un uso público en condiciones . Al principio se habló de tres millones y al final conseguimos cuatro y creo que quedamos todos satisfechos porque esa transferencia permite mantener a las 33 personas de la plantilla fija y todos los medios materiales.

-Touriño anunció que esperaba duplicar ese presupuesto. ¿De dónde saldrán esos cuatro millones adicionales?

-El Estado va a seguir teniendo un papel importante dentro del parque aunque la gestión sea sólo nuestra. Hay una Ley de Parques Nacionales que establece una serie de requisitos, hay una tutela del Estado sobre la red nacional, hay un plan director común, un consejo presidido por la ministra donde se somete a una evaluación continua la marcha de los parques y se comprueba si se están cumpliendo los objetivos del plan director... Por eso, el Estado dispone de una serie de fondos y ayudas para las comunidades como el programa estrella para grandes infraestructuras o los convenios para programas de investigación a mayores de esa transferencia anual para gastos ordinarios. Hay toda una serie de materias que pueden seguir financiando el Estado. Con lo cual el monto inicial de cuatro millones ya está garantizado pero tenemos esperanzas de poder conseguir bastante más a través de estas vías.

-Pero también en estos casos Illas Atlánticas está a la cola en cuanto a las ayudas.

-Tenemos el presupuesto más bajito junto con Cabrera. Y eso que el año pasado conseguimos que nos subieran del 1,8% del total al 2,5%. Pero se debe a los criterios que estableció el ministerio que se basan en superficie y población. Y, claro, ahí no salimos muy favorecidos. Por eso peleamos para que se tenga en cuenta la insularidad.

-¿Se ha planteado la Xunta cobrar tasa o entrada a los turistas?

-Es un tema que hay que estudiar pero a corto plazo no lo hemos planteado. Entre otras cosas porque primero hay una serie de cifras que debemos poner sobre la mesa. Por eso estamos elaborando el plan de uso y gestión de cada isla que será el que decida la capacidad de carga que pueden tener estos espacios conforme a los valores naturales que queremos proteger. Vamos a establecer primero las medidas de conservación y los usos del parque y el tema de las tasas queda para el futuro. No es algo descartable pero aún hay otros problemas acuciantes que debemos solucionar antes de pensar en esas medidas.

-En cuanto a los planes de la Xunta para ampliar el territorio de las Illas Altánticas, ¿hay algún avance en las negociaciones para adquirir Sisargas o Tambo?

-Nuestro primer objetivo fueron las islas de Sálvora y Cortegada, un paso enorme en esta línea de adquisición de patrimonio. Y ahora estamos negociando con sus propietarios la adquisición de las Sisargas, hemos iniciado también conversaciones por la isla de Tambo y se habla incluso desde hace años de la posibilidad de ampliar el parque marítimo e insular hacia el litoral terrestre. Hay una zona de interés en la costa, no muy lejos del parque, que va desde Vigo hasta Ribeira y Corrubedo. Y en esa franja hay espacios muy interesantes y dignos de preservar como son la costa de la Vela, cabo Udra, todo el complejo intermareal Umia-Grove, e incluso el parque natural de Corrubedo. Es decir, que hay toda una zona que ya tiene incluso algún tipo de protección mayor o menor y no es descartable que en un futuro se pueda incorporar al parque nacional.