El Consorcio de la Zona Franca aguarda noticias del Ayuntamiento de Vigo sobre la previsión, apuntada por la Gerencia de Urbanismo, de segregar actuaciones como la ETEA o la ampliación del polígono industrial de Balaídos del Plan General de Ordenación Municipal, que se encuentra en la fase final de su tramitación.

La decisión supondría un notable retraso para estas dos actuaciones, y afectaría también a otras ordenaciones detalladas como Samil o convenios como el del barrio del Cura que, como la ETEA o Balaídos, serían tramitados como planes especiales del nuevo PGOM.

Los responsables de Zona Franca evitaron ayer pronunciarse sobre esta posibilidad, postura que mantendrán mientras el Concello no la oficialice. El caso de la ETEA ya supuso enfrentamientos entre el delegado del Consorcio, Francisco López Peña, y la alcaldesa, Corina Porro, molesta con la escasa participación que, a su juicio, ha tenido el Ayuntamiento en la elaboración de este proyecto.

Para la ETEA, Zona Franca propone un gran puerto deportivo, junto con otras dotaciones residenciales y comerciales, de acuerdo con el proyecto del arquitecto César Portela que fue seleccionado en un concurso. La ampliación del polígono de Balaídos, que se considera fundamental para el funcionamiento de Citroën, se produciría hacia la zona de Matamá, aunque cuentan con una importante oposición vecinal. El gobierno local es partidario de esta actuación, pero no descarta tramitarla como un plan especial.

Además de las actuaciones citadas, la segregación del PGOM también podría afectar al acceso ferroviario norte, ante la posibilidad de que el Gobierno apruebe el soterramiento de las vías.