Redgrave y su hijo, el cineasta Carlo Nero, se encuentran en La Habana como invitados del 30 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, donde presentaron el miércoles la película "The fever" (La fiebre), en la que ambos trabajan juntos.

La actriz, ganadora de un Óscar por su interpretación en "Julia" (1977), y dos Palmas de Oro en el Festival de Cannes, afirmó en rueda de prensa que no siempre puede seleccionar los papeles que interpreta porque de ello depende su vida, "de los productores que me ofrecen trabajo", dijo.

"Es un enorme privilegio estar aquí", declaró la actriz, de 71 años, conocida también por una larga trayectoria de militancia política de proyección pacifista y su filiación con organizaciones marxistas.

Recordó su primera visita a Cuba en 1963, cuando viajó junto al director Tony Richardson -que entonces era su esposo- atraídos por la recién triunfante revolución cubana.

"Para mi es muy difícil expresar todo lo que pienso sobre Cuba", manifestó la protagonista de "Isadora" y "Blow up".

La artista dijo que esta mañana había visitado una escuela de enseñanza primaria, elogió profusamente el sistema de educación de la isla y también a la revolución por su "determinación y resistencia".

Carlo, hijo de Redgrave y el actor italiano Franco Nero, señaló que "The fever" es una película "muy personal" y explicó que de cierta manera "puede parecer autobiográfica pero no lo es".

"Es definitivamente lo que Vanessa ha vivido cuando era una mujer más joven, y lo que cambió su vida", comentó, y rememoró momentos de la vida de su madre cuando fue "rechazada, pudo haber estado desesperada y estuvo en prisión".

El realizador confesó que da "muchísima fuerza" ser el hijo de Vanessa y Franco, y adelantó que actualmente dentro del propio Festival de La Habana están filmando un documental sobre el retorno de Redgrave a la isla 45 años después.