James Huth testificó hoy ante el jurado encargado de la investigación judicial sobre la muerte de Diana, que perdió la vida cuando el coche en el que viajaba colisionó en París el 31 de agosto de 1997.

Este testigo fue de las primeras personas que se personaron en un túnel parisino situado cerca del puente de Alma, donde el coche en el que viajaba lady Di junto a su pareja, Dodi Al Fayed, se empotró contra un pilar, y en el que ambos perdieron la vida junto al chófer del vehículo, Henri Paul.

En una declaración por videoconferencia desde París, Huth señaló que, tras la colisión, llamó a los servicios de emergencia para dar parte de lo sucedido, y precisó que les informó de que en el coche se encontraban tan sólo tres personas, entre las que había un superviviente, el guardaespaldas, Trevor Rees-Jones.

Huth relató cómo trató de "tranquilizar" a Rees-Jones, ya que éste se encontraba en estado de pánico.

El testigo apuntó que escuchó, desde el apartamento de sus padres, situado en la ribera del Sena, el sonido del chirriar de neumáticos, y que corrió a prestar ayuda en cuestión de minutos.

"Cuando me acerqué al coche, había humo y se oía el sonido del claxon. Vi que las bolsas de airbag se habían abierto.

Desafortunadamente, el conductor tenía dentro la cabeza y no se movía", recordó.

"Supuestamente, estaba muerto, y este otro hombre (por el guardaespaldas) se encontraba en estado de pánico a su derecha, con la mandíbula desencajada", dijo.

Huth agregó que, a continuación, al mirar en la parte trasera del vehículo, vio a Dodi, pero que en ese momento no advirtió la presencia de la princesa, a la que tapaba el cuerpo de su novio.

En su declaración, este testigo indicó además a los miembros del jurado que vio cómo un "paparazzo" forcejeaba con otro de los testigos presenciales en el puente de Alma.

"Conozco ese lugar desde hace 20 años y no puedo entender por qué un coche que conducía a gran velocidad tuvo que frenar en ese momento, a menos que hubiera algo que le entorpeciera el camino", agregó.