La Xunta revoca la autorización de vertido de la polémica mina de San Finx

Detectó la presencia de metales por encima de los niveles permitidos

REDACCIÓN

Augas de Galicia ha revocado la autorización de vertido de aguas residuales industriales de la mina de San Finx, una de las explotaciones más polémicas de los últimos años ubicada en el municipio coruñés de Lousame, al tiempo que ha detectado niveles de metales superiores al límite permitido.

En febrero de 2023, Augas de Galicia otorgó a Tungsten San Finx la autorización de vertido al río Pesqueira o arroyo de Rabaceiros de aguas depuradas procedentes de la explotación de estaño y wolframio. Se dio un plazo de cuatro meses para las obras del sistema de tratamiento que luego fue ampliado por no cumplirlo la compañía.

Tras una inspección en agosto de 2023 de técnicos, se requirió a la empresa un ajuste de la gestión de las aguas residuales generadas en las instalaciones a las condiciones establecidas en la autorización de vertido otorgada.

En octubre del mismo año, personal de Augas de Galicia realiza nueva inspección en la que se constata que las instalaciones de depuración de las aguas residuales industriales “siguen sin estar ejecutadas en su totalidad”, así como la existencia de un vertido al dominio público hidráulico con concentraciones superiores a los límites autorizados en los parámetros de níquel, cadmio, cobre y zinc.

La Xunta apunta que el “plazo ha sido reiteradamente incumplido hasta el punto de que ni siquiera se han iniciado las obras varios meses después de haber vencido el plazo para su conclusión”.