Sanidade sortea la inflación y ahorra al año 12 millones centralizando las compras

La Administración también sufre los efectos de la inflación. La subida de las materias primas, el aumento de los costes de producción y los logísticos ha incrementando entre un 2 y un 5 por ciento el precio de los productos sanitarios. Sin embargo, la Consellería de Sanidade ha conseguido, no solo minimizar el impacto de la crisis de precios, sino lograr ahorrar dinero recurriendo a la compra centralizada de material, lo que le ha permitido ahorrar casi 47 millones de euros en los últimos cuatro años, casi doce millones por anualidad.

En este periodo ha licitado 30 contratos mediante compra centralizada. Este sistema consiste en adquirir material de forma conjunta para todas las áreas sanitarias en lugar dejarlo en manos de cada gerencia. “Se basa en economías de escala. Se compran grandes cantidades y al comprar mayor cantidad los precios bajan y así garantizamos poder ahorrar para destinar ese dinero a otras cosas”, explica la subdirectora xeral de Compras e Servizos del Sergas, Lara Otero.

En los últimos cuatro años se sacaron a licitación por primera vez por este sistema de compra centralizada un total de 13 contratos, que supusieron un ahorro medio del 22,9 por ciento, lo que se tradujo en 32 millones menos. Entre ellos se sacó a concurso el suministro de material fungible para las intervenciones realizadas por el robot Da Vinci o los dispositivos de asistencia ventricular izquierda de larga duración para los servicios de cardiología.

Pero además se mantuvo la centralización de otros 15 contratos, que ya permitieron la compra de material sanitario a más bajo coste en el periodo anterior y que suponen un ahorro de 15 millones de euros.

A esto se suma que la Consellería de Sanidade tiene otros 14 contratos que están ahora mismo en proceso de licitación y con los que el Sergas estima que se podrán otros 6,5 millones de euros.

La compra centralizada permite, en algunos casos, adquirir material sanitario a precios más económicos pero en otros no consigue ahorros, pero sí minimiza el impacto de la subida de precios.

Así, por ejemplo, el encarecimiento de la celulosa ha disparado un 28 por ciento los precios del material de incontinencia urinaria. Esto obligará al Sergas a pagar 22,8 millones de euros, casi 5,6 millones más que el anterior contrato.

También tendrá que desembolsar más por la ropa de cama que le costará 2 millones de euros, lo que supone una subida de 362.000 euros.

La responsable de Compras del Sergas, sin embargo, aclara que los incrementos serían mayores si no se hubiesen realizado mediante el sistema de compras centralizadas.

El objetivo, sin embargo, no es solo “economicista”. “Buscamos un estándar de calidad para todos los centros, que haya una homogeneidad, equidad”, explica Lara Otero quien advierte que siempre se tiene en cuenta la relación “calidad-precio”.

Además, los profesionales participan en estas licitaciones. Se crean grupos técnicos que ayudan a elaborar los pliegos, asesoran y hacen seguimiento del material que se compra.

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