La infección gonocócica se dispara en Galicia con el registro más alto del siglo: 788 casos

Entre los años 2021 y 2022 la incidencia se duplicó y el colectivo más afectado es el de varones de 15 a 24 años del área de Vigo

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Carmen Villar

Carmen Villar

Los fantasmas de enfermedades pasadas regresan con fuerza, en particular las dolencias de transmisión sexual. Clamidia, gonorrea o sífilis vuelven a llamar a la puerta de Atención Primaria y alguna de ellas con una intensidad de récord. Es el caso de la infección gonocócica, que alcanzó el año pasado en Galicia la incidencia “más elevada” en lo que va de siglo. Los 788 casos notados por el Sergas suponen un viaje atrás en el tiempo, hasta mediados de la década de los noventa. En concreto, hay que retrotraerse a 1996 para encontrar, con datos del Instituto Galego de Estatística, con una cifra casi similar.

Pero si entonces el camino era de bajada, en una cuesta abajo que tocó fondo en 2010, en la actualidad ocurre lo contrario, el fenómeno va a más, lo que podría ser “indicativo”, según la Xunta, de “un aumento de las conductas de riesgo” entre los grupos más afectados, en particular los jóvenes de 15 a 24 años.

En el boletín que la Dirección Xeral de Saúde Pública dedica a la evolución entre 2019 y 2022 de la también llamada gonorrea desgrana recoge cómo en 2019 se declararon 400 casos de infección gonocócica, 344 en 2020 y 400 en 2021, que se traducirían en unas incidencias de 14,8, 12,7 y 15,1 casos por cada cien mil habitantes, respectivamente. Sin embargo, advierte que en 2022 se trasladaron desde los centros de salud un total de 788 casos, lo que supone una incidencia de 29,3 y que la dolencia se haya disparado un 97% respecto a 2019. Además se trataría, subraya el informe, de la incidencia más elevada en lo que va de siglo XXI.

Población más joven

En particular, explica el Sergas, el año pasado la afectación más elevada se dio en el grupo de 20 a 24 años, tanto en el conjunto de la población como en varones y mujeres considerados por separado. En todos los tramos, excepto en los jubilados, los casos han ido a más, aunque la mayor subida se anotó entre los jóvenes de 15 a 19 años. Son además las zonas más densamente pobladas, donde hay más contacto entre jóvenes, las que acusan más el incremento.

En concreto, la mayor incidencia el año pasado se dio en Vigo, un 50% más que la media de la comunidad.

La Consellería de Sanidade desecha que el aumento se reduzca a un fenómeno coyuntural. Así, en el boletín indica que parece “más una tendencia de fondo iniciada en 2011 que aumentos asociados a brotes”. Esa evolución al alza, añade, es “más intensa” entre los más jóvenes, y no es exclusiva de Galicia, sino que se extiende, incluso en mayor medida, a todo el Estado y se produce asimismo en Europa. Para el departamento sanitario, esa elevada incidencia de casos de gonorrea notificados “podría ser indicativo de un aumento en las conductas de riesgo”.

Prácticas de riesgo

De hecho, incide en el documento, el que de 2019 a 2022 el “pico” de incidencia se haya ido “desplazando” a la población más joven, “denota una consistencia en las prácticas sexuales de riesgo desde una edad cada vez más temprana”. A juicio de Saúde Pública, ese aspecto es “importante” en la medida en que permite “identificar grupos de población en los que desarrollar intervenciones preventivas”.

Para Jesús Sueiro, vocal de la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria, la explicación del fenómeno puede deberse a varios factores. Por un lado, alude a la pérdida del miedo” a enfermedades como el sida, que derivó en crónica. Frente a un momento en el que se incentivó el uso del preservativo, ahora percibe una “bajada de guardia” con respecto a las enfermedades de transmisión sexual, y ahí también entra la sífilis o la clamidia.

Además apunta a nuevos hábitos, también sexuales, entre ellos la existencia de plataformas por internet para establecer contactos sexuales o las fiestas de chemsex. Recuerda que “cuando tienes relaciones sexuales con alguien, las tienes con todas las personas con las que tuvo contacto”. Si se multiplican las parejas, advierte, también lo hacen de forma “exponencial” las posibilidades de infección.

A Sueiro le preocupa qué información o educación están recibiendo los más jóvenes ante casos como la supuesta violación de un grupo de adolescentes a una niña de 15 años en Alicante. La pornografía, que se consume cada vez a edades más precoces, “no es una buena escuela de educación y de información sexual”, advierte.

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