El Gobierno descarta prohibir los móviles a los adolescentes: “Sería poner puertas al campo”

La ministra de Educación sostiene que la solución no pasa por medidas coercitivas y deriva responsabilidad también a las familias

Pilar Alegría. |   // EDUARDO PARRA

Pilar Alegría. | // EDUARDO PARRA / X. A. Taboada

X. A. Taboada

X. A. Taboada

En un debate al que se van sumando cada vez más actores, sobre si debe incrementar la restricción del uso de los teléfonos móviles en los centros escolares o incluso prohibirlos a los adolescentes, ha entrado el Gobierno central, recién constituido esta semana tras las investidura de Pedro Sánchez. La Ministra de Educación y Deportes, Pilar Alegría, apostó ayer por la educación frente a la prohibición del uso de los móviles a los jóvenes. En su opinión, la solución no pasa “sólo por prohibir o por medidas coercitivas” porque eso, indicó, “sería como poner puertas al campo”.

En una entrevista en la Cadena Ser, la ahora también portavoz del Gobierno defendió realizar “un ejercicio de cogobernanza y de colaboración del sistema educativo con las familias” para ver “cómo mejorar o cómo establecer que esa relación de los jóvenes con esas nuevas tecnologías sea mucho más prudente, mucho más segura”.

Y en este sentido, descargó también la responsabilidad en las familias al asegurar que, aunque “todas las miradas generalmente siempre llevan al ámbito educativo, el horario escolar tiene un límite y hay que analizar qué pasa con esos niños”. “Yo tengo un hijo de 10 años y estoy segura de que me ve demasiadas horas utilizando el teléfono móvil y esto es un reto para ellos, para nosotros y también para los profesores”, argumentó Alegría.

Explicó que, desde el Ministerio, se están dedicando fondos europeos a mejorar la formación y competencias del profesorado en nuevas tecnologías porque “más que prohibir, hay que educar en lo racional de su uso”.

Y respecto a la posibilidad de que las operadoras limiten el acceso a contenidos pornográficos, insistió en que “todas las medidas serán bienvenidas, pero, lo importante no es única y exclusivamente eliminar o imponer medidas coercitivas, hay que hacer también un ejercicio de prevención, de educación y de responsabilidad”, sostuvo.

Aunque Galicia es una de las tres comunidades que tiene regulado –y restringido– el uso de los móviles en horario lectivo –en las aulas–, dentro de la Xunta se ha planteado la posibilidad de prohibir expresamente su uso también en los recreos, si bien no se ha tomado ninguna decisión del respecto y se apela a un proceso de reflexión en la sociedad con participación de los padres y las administraciones y desde una doble perspectiva, desde la puramente educativa y desde la sanitaria.

Respecto a la relación con las comunidades autónomas gobernadas por el PP durante la próxima legislatura, Alegría confía en que pueda haber un ambiente de colaboración y expresó su voluntad de llegar a acuerdos. “Yo desde luego tenderé mi mano desde el primer día como he intentado hacer a lo largo de la legislatura anterior”, indicó la titular de Educación. En este sentido reconoció la colaboración de todas las comunidades durante la etapa anterior y expresó su deseo de que “esa sea la tónica”, aunque reconoció que tendrá que “bregar”.