Las claves de una huelga que amenaza más de 1.000 servicios de autobús al día

Patronal y sindicatos retoman hoy las negociaciones en busca de acuerdos que eviten un paro indefinido del sector a partir de la próxima semana

Arranca una semana decisiva para el transporte de viajeros por carretera. Tras un acuerdo de mínimos in extremis alcanzado el pasado miércoles entre patronal y sindicatos sobre la actualización de los convenios colectivos que permitió desconvocar la huelga de 48 horas anunciada para el jueves y el vienes, unas fechas conflictivas ya que eran vísperas del fin de semana y la antesala del puente de mayo, la dos partes volverán a reunirse hoy para resolver asuntos considerados “claves” para los trabajadores.

De lo contrario, el sector, que en la comunidad gallega suma 250 empresas con una flota que supera los 3.700 vehículos y unos 5.000 trabajadores, mantendrán el paro de carácter indefinido anunciado para el próximo lunes día 8 y que amenaza con suspender más de 1.000 servicios diarios. En 2017, los trabajadores de autobús protagonizaron una huelga que se prolongó durante dos meses.

Bajo la mediación del Consello Galego de Relacións Laborais, dependiente la Consellería de Emprego, las empresas del sector y los sindicatos convocantes (CIG, UGT y CCOO) cerraron un acuerdo tras ocho horas reunidos: una subida salarial correspondiente al IPC para 2021 del 6,5% y para 2022 del 5,7%.

Estas cifras llevaron a las centrales sindicales a desconvocar el paro convocado para los dos siguientes días, pero condicionaban la suspensión de la huelga indefinida a los flecos pendientes que buscan resolver en el seno de la Mesa Galega do Transporte.

La cita de hoy está concertada para las 16.30 horas. Cuestiones como la jornada laboral, el salario, plus de conductor, plus perceptor y dietas serán algunos de los puntos que se abordarán, así como la actualización de los salarios de los trabajadores Lugo, ya que estuvieron sin convenio en los años 2017, 2018, 2019 y 2020, por lo que queda todavía pendiente la negociación de todos esos ejercicios.

Pero el sector del transporte de viajeros por carretera advierte de que el conflicto no es exclusivamente salarial, por lo que desde que iniciaron sus movilizaciones reclaman la intervención de la Xunta para lograr una mejora del servicio. El primero de los motivos que llevó a los trabajadores de autobús a parar su actividad el pasado 31 de marzo y planificar una huelga indefinida a partir del 8 de mayo es la actualización de los convenios.

El segundo obedece al estado de los vehículos, con un mantenimiento deficitario y averías continuas, y el tercero, al estado del servicio (tardanza de los refuerzos, madrugones para evitar quedarse sin plaza, llegadas tarde al destino).

En la jornada de huelga del pasado día 31 de marzo, justo antes de Semana Santa y en plena polémica por la orden del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) de investigar a Monbus y Alsa ”por indicios de repartirse el mercado”, el seguimiento fue masivo. Hasta el punto que no se respetaron los servicios mínimos, que blindaban el transporte escolar y de trabajadores en hora punta, y tan solo se cumplieron el 45% de los fijados por la Dirección Xeral de Mobilidade, lo que provocó la suspensión de más de 4.000 conexiones.