Francia desoye la presión para adelantar el Corredor Atlántico y mantiene su conclusión en 2042

El embajador galo solo prevé su finalización en 2030 si España y Portugal “consiguen que la Comisión Europea lo financie todo”

Tren de mercancías a su paso por Vilagarcía de Arousa.   | // IÑAKI ABELLA

Tren de mercancías a su paso por Vilagarcía de Arousa. | // IÑAKI ABELLA / Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Francia ignora la presión por parte de los gobiernos español y portugués, así como de comunidades como Galicia o Euskadi, y mantiene su plan de concluir el enlace con el Corredor Atlántico ferroviario de mercancías en 2042 y no en 2030, como demanda la Península Ibérica para que el norte y oeste no pierdan competitividad respecto al Mediterráneo, cuya conexión sí estará listas dentro de siete años.

El Corredor Atlántico es algo así como una autopista ferroviaria para trasladar mercancías de forma más ágil y vaciar las carreteras de camiones. Se trata de un vial prioritario para el Noroeste porque garantiza una salida más rápida hacia Francia y, luego, hacia el resto de Europa a sus mercancías.

Galicia, Asturias y Castilla y León unieron esfuerzos a pesar de sus diferentes siglas para presionar al Gobierno español para agilizar las obras, que reciben financiación preferente de la Unión Europea. Logrado, en principio, esto, se toparon con Francia, que no solo negó que pudiera acabar sus trabajos de conexión en 2030 para esa línea situando su fecha de finalización doce años más tarde, sino que ahora desoye las presiones recibidas.

Y eso que la Unión Europea le ha dado un tirón de orejas al Ejecutivo de Macron por aparcar el Corredor Atlántico, un proyecto que forma parte de la red transeuropea de transportes de la UE, por lo que debería estar completada en el horizonte de 2030. “La Comisión Europea lamenta ver este aplazamiento [a 2042]. Francia debe dar prioridad a los tramos transfronterizos, algo que no se contempla en el informe”, indicaron fuentes comunitarias a Europa Press el mes pasado. Bruselas advirtió, además, de que la “rehabilitación” de la línea actual que ofrece París es totalmente insuficiente para atender la futura demanda de servicios.

La estrategia de España y Portugal para evitar esa dilación parece no dar frutos. El mes pasado, durante la cumbre que ambos países celebraron, decidieron enviar una carta conjunta a Bruselas para elevar la presión sobre Francia.

El embajador galo en España, Jean-Michel Casa, aseguró en una entrevista a Europa Press publicada ayer que su país no varía la fecha de 2042 como horizonte temporal para concluir el enlace con el Corredor Atlántico, de acuerdo con un documento publicado por el Consejo de Orientación de las Infraestructuras. Además, ironizó sobre el efecto de la presión de España y Portugal, evidenciando la prioridad que los galos conceden al Corredor Mediterráneo, que sí estará finalizado en 2030 al otro lado de los Pirineos.

“Presionar a Bruselas, ¿no?, bueno, que presionen. Si consiguen que la Comisión Europea lo financie todo, bien, claro. Depende también de los fondos europeos. Es una paradoja que España y Portugal, que nunca han sido capaces de hacer un tren de alta velocidad entre Madrid y Lisboa, nos expliquen que hay que presionar a Francia”, respondió Casa sobre las peticiones de sus vecinos español y portugués. De hecho, volvió a negar que tras la cumbre franco-española de enero se llegase a un acuerdo sobre el Corredor Atlántico. Limitó el pacto al Mediterráneo.

“Claramente, nunca se ha hablado de 2030 en relación con el Corredor Atlántico de nuestro lado. En la cumbre de Barcelona se habló de un horizonte 2030, pero solo para el Corredor Mediterráneo”, sostiene.

Para Galicia, el primer corredor es una conexión vital para su economía, como quería trasladarle el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, en un encuentro a finales de marzo, que finalmente la dirigente comunitaria suspendió. Es más, el propio Rueda mantuvo una cita con el embajador galo en la que también le trasladó su preocupación por los retrasos de esas obras.

A él se refirió Casa. “El presidente de la Xunta de Galicia se ha aliado ahora con el País Vasco para decir que hay que presionar a Francia para el eje Atlántico. Que yo sepa, no hay ningún tren de alta velocidad previsto entre Ourense y la 'Y' vasca y no existe en los planes. Así que está muy bien presionar a Francia, pero habría que empezar a hablar en España de cómo se hace una línea que vaya de Ourense a León y de León a Vitoria”, espetó.

Galicia, Asturias, Castilla y León e incluso Euskadi se encontrarán en situación de inferioridad respecto al Mediterráneo, que podrá colocar sus productos más rápido en Europa gracias a que Francia concluirá en 2030 el corredor de esta región, doce años antes que el Atlántico.

El propio lehendakari, Íñigo Urkullu, también anunció su intención de dirigirse al embajador galo y al comisario europeo de Transportes para reclamar un espaldarazo al Corredor Atlántico.

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